El viringo, conocido también como 'perro chino' o 'perro chimú' en épocas pasadas, simboliza un can de origen milenario y de incalculable valor en la historia peruana. Esta raza única, sin pelo y de porte elegante, ha sido parte de la cultura del Perú desde la era prehispánica y desempeñó roles significativos tanto en la vida cotidiana como en rituales sagrados.
Las investigaciones respaldan que el viringo tiene su origen en Perú; además, existen pruebas de su presencia en los Andes hace 7.000 u 8.000 años, según informa el diario El Peruano. Este can, reconocido por su porte elegante, tamaño ideal, color oscuro y pelaje escaso, se hizo notable en las expresiones culturales de civilizaciones como Chavín, Moche, Wari, Vicus y Chimú, reflejadas en sus huacos y cerámicas. Cabe señalar que, antiguamente, esta raza cumplía roles de mascotas y, en algunos casos, eran sacrificados para que acompañaran a sus dueños después de la muerte.
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Por otra parte, cuando los conquistadores españoles llegaron al país y conocieron al 'perro sin pelo', les causó gran admiración. Por ello, en las crónicas de la época describieron a estos animales como 'alccos', término indígena que los españoles adoptaron debido a la similitud de estos perros con los que ellos habían traído. Sin embargo, el temor a lo desconocido y el deseo de eliminar prácticas idolátricas llevaron a los colonizadores a intentar exterminar a estos canes, por lo que restringieron su crianza solo con fines medicinales.
Cerámica inspirada en los perros peruanos. Foto: Andina
Algunos pueblos veían a estos perros como portadores de propiedades curativas, sobre todo para el reumatismo, ya que al tener una temperatura corporal más elevada que la de los humanos, debido a la falta de pelo, los convertían en mantas térmicas vivas. También se creía que su saliva aliviaba el asma y que, al lamer las heridas de los humanos, se aceleraba su cicatrización.
Ante esta situación, años más tarde, la Federación Cinológica Internacional (FCI) oficializó al viringo en 1985 y lo clasificó como perro primitivo. En 2001, se le declaró Patrimonio Nacional y su raza se reconoció como oriunda del Perú mediante la Ley 27537. Esta medida contribuye a su preservación y valoración tanto nacional como internacionalmente.
Los viringos presentan tonalidades de piel desde el negro hasta el marrón claro, con predominio de los tonos oscuros. Existen en tres tamaños: pequeño (25 a 40 cm de altura), mediano (40 a 50 cm) y grande (hasta 65 cm). Su rasgo más destacado es la falta de pelo, aunque algunos ejemplares pueden tener mechones en la cabeza o cola.
Finalmente, estos perros se distinguen por su lealtad, inteligencia y facilidad para adaptarse a diferentes entornos, por ende, resultan excelentes compañeros tanto en el campo como en la ciudad.