¿Cuál es la verdadera historia detrás de la foto del hombre ‘llorando’ por un auto quemado?
Fotografía se volvió viral debido a que se aseguraba que el hombre que aparece en la imagen lloraba al ver su vehículo incendiado por vándalos durante las protestas en Arequipa.
Durante algunos días, a través de Facebook, se viralizó una fotografía captada en medio de los actos vandálicos que se registraron en el Cono Norte de Arequipa. En la imagen se observa a un varón que aparentemente se está secando las lágrimas luego de ver su taxi incendiado por un grupo de sujetos que se habrían infiltrado entre los manifestantes que protestaban contra el Congreso.
Pero ¿cuál es la verdadera historia detrás de esta imagen? En efecto, la imagen fue captada el lunes 12 de diciembre cuando una turba de personas, aprovechando las protestas contra el Congreso, llegó hasta las inmediaciones de la comisaría de Ciudad Municipal, en el distrito de Cerro Colorado, e incendió dos vehículos.
Entre las dos unidades figuraba el taxi azul con placa V4E-499. La imagen que se viralizó muestra el vehículo con graves daños luego de ser incendiado. A poca distancia de este se ve a un hombre vestido con una camisa blanca y un pantalón azul (uniforme muy utilizado en diversas empresas de taxis) aparentemente secándose las lágrimas con un pañuelo blanco. Ante esta situación se publicaron varios post que indicaban que se trataba del taxista afectado. “La impotencia de ver quemado el auto que tanto esfuerzo le costó y que es su fuente de trabajo”, se lee en uno de ellos.
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La República se comunicó con la verdadera propietaria de la unidad. Ella se llama Lucrecia Huachani Quispe, quien detalló que el varón que aparece en la imagen no es el chofer al que le alquilaba el vehículo. Al parecer, solo se trataría de una persona que pasaba por el lugar y se limpiaba el rostro debido a la polvareda que había en la zona a raíz de los desmanes.
Incluso se hizo un dibujo en base a la fotografía invocando a no perpetrar desmanes. Foto: Ana Quintanilla/Facebook
El verdadero taxista es Ciro Baca, quien llegó al lugar poco antes de que se registraran los actos de vandalismo y dejó estacionado por un momento el automóvil. Grande fue su sorpresa cuando vio que, al retornar, este ardía en llamas.
Los daños que sufrió el taxi, explicó doña Lucrecia, son graves. La unidad puede ser reparada, pero se necesita mucho dinero. Por este motivo, si las personas desean apoyarla, pueden hacerlo a través de su número de Yape: 918 361 809.
Finalmente, acongojada, Lucrecia Huachani invocó a las personas que participan en las protestas a no incurrir en actos vandálicos. Pidió que no afecten ni la propiedad privada ni el ornato público, dado que causan daño a personas que a diario luchan por mejorar sus condiciones de vida.
