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Cinco datos que no sabías sobre la famosa estampa japonesa, La gran ola de Kanagawa

Te contamos cinco apuntes que quizás no conocías sobre la imagen del artista Katsushika Hokusai, publicada en 1980.

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La gran ola de Kanagawa fue creada hace 190 años y aún sigue inspirando a las nuevas generaciones de artistas. Foto: Public Domain

La gran ola de Kanagawa es una de las pinturas más conocidas a nivel mundial del arte japonés. Asimismo, ha sido una de las estampas más reproducidas en la actualidad: podemos encontrar la ola en tatuajes, polos, cuadernos, cuadros, entre otros objetos. Su creación data del año 1980, durante el período Edo de la historia de Japón, y fue elaborada por el artista Katsushika Hokusai, quien era un especialista en ukiyo-e, una técnica que se caracteriza por crear mediante xilografía o técnica de grabado en madera imágenes paisajísticas o escenografías de teatro.

A continuación, te contamos más detalles sobre este famoso e importante símbolo japonés.

1. Forma parte de un conjunto de estampas

La gran Ola de Kanagawa es parte de un conjunto de 46 xilografías que Hokusai llamó Treinta y seis vistas del monte Fuji. De igual forma, el tema central del conjunto es una conmemoración al monte Fuji, que era visto como una deidad. Por un lado, provocaba temor por la posibilidad de una erupción del volcán y por otro, una fuerte fascinación: la nieve de su cima era su fuente de agua, y muchos creían que guardaba el secreto de la inmortalidad.

Fujiyoshida Town and Sakura Branches with Fuji Mountain Background

2. Inspiró a grandes artistas

En la década de 1950, la Revolución Industrial y el libre comercio se abrieron pasó por el mundo, y Japón tuvo que abrir sus fronteras permitiendo una avalancha de cultura visual japonesa en Occidente. La gran ola de Kanagawa fue expuesta en París en la Exposición Universal de 1867 e influyó en el movimiento impresionista francés, que a su vez dio forma al curso del modernismo europeo, movimiento artístico y filosófico que definiría a principios del siglo XX. Asimismo, inspiró a artistas como James McNeill Whistler (1834-1903), Gustave Courbet (1819-1877) y Vincent van Gogh.

Incluso, en una carta a su hermano de 1888, Van Gogh escribe: “(‘La gran ola’) de Hokusai te hace gritar. No sabía que uno pudiera ser tan aterrador con el azul y el verde, pero en su caso con sus líneas, su dibujo… te dices a ti mismo: estas olas son garras, el barco está atrapado en ellas, puedes sentirlo”.

Muchos especialistas señalan que la obra Noche estrellada de Van Gogh está inspirada en la obra del artista Hokusai.

Foto: Google/ MoMa

3. Hokusai la pintó a los 70 años

El artista japonés Katsushika Hokusai elaboró su famosa pintura a la edad de 70 años. Asimismo, la edad nunca fue un impedimento para Hokusai, quien años después se encontraba activo y buscaba seguir creando su arte. “A los 73 años pude desentrañar el crecimiento de plantas y árboles, y la estructura de aves, animales, insectos y peces. Por lo tanto, cuando cumpla 80 años, espero haber progresado cada vez más, y en los 90, profundizar en el principio subyacente de las cosas, para que a los 100 años haya alcanzado un estado divino en mi arte”, comentaba Hokusai en sus memorias: “así, a los 110, cada punto y cada trazo será como si estuviera vivo”, concluye.

Autorretrato de Hokusai a la edad de 83, 1842.Foto: difusión

4. No es un tsunami

Aunque muchos piensen que lo es, la gran ola de Kanagawa es en realidad lo que su mismo nombre describe: una ola gigante. Muchos marineros en ese tiempo informaron sobre el fenómeno natural de olas de monumental tamaño. “Es una imagen de una ola gigante, vagabunda o monstruo, una ola piramidal. Son olas que se generan por la superposición: la suma de muchas olas existentes, crestas sobre crestas”, comentó a la BBC el experto en hidrodinámica Chris Swan, del Imperial College de Londres.

5. Era muy barata

Una impresión de La gran ola de Kanagawa en 1842 era de muy bajo costo, se vendía a lo que equivale ahora una ración doble de fideos. Esto se debe a que era un arte que se imprimía en grandes cantidades y las personas solían adornar sus hogares con estas estampas. No obstante, las cosas han cambiado, en marzo de 2021 un grabado de La gran ola de Kanagawa, realizado alrededor de 1831, se vendió por 1,6 millones de dólares en una subasta de arte japonés en Nueva York.