Cuando se habla de música criolla, Óscar Avilés es uno de los nombres que siempre se mencionan, pues se convirtió en un gran referente dentro de la música peruana gracias a sus composiciones, sus producciones discográficas y en especial por su virtuosismo con la guitarra.
Nació en el Callao, en la calle Zepita, que actualmente lleva su nombre a manera de homenaje, el 24 de marzo de 1924. Hijo de un matrimonio peruano-chileno emigrante desde Tarapacá, desde muy pequeño mostró gusto por la música criolla peruana y por la guitarra.
Su abuela paterna le daría sus primeras de guitarra, pero se especializa en su adolescencia, al cursar clases de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música, en paralelo con sus estudios de la escuela secundaria.
Curiosamente su carrera musical no empezará como guitarrista, sino como cajonero del duo de hermanos La Limeñita y Ascoy. En 1942 integra el grupo Núñez, Arteaga & Avilés, con el cual participan y ganan el concurso radial organizado por el periodista Roberto Nieves del diario “La Noche”, fue ahí donde Avilés empezó a ser conocido como La Primera Guitarra del Perú, título que conservó y lo acompañó durante el resto de su vida musical.
En 1946 formó parte de Los Trovadores del Perú. Al año siguiente (1947) se uniría a Los Morochucos, con los cuales tuvo dos periodos de actividad, primero de 1947 a 1952 y luego de 1962 a 1972.
A principios de la década de 1960 grabó junto a Chabuca Granda el disco “Dialogando”, este sería el inicio de una estrecha amistad y colaboración que duraría 15 años.
En los inicios de la decada de 1970 es convocado por la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado junto al ‘Zambo’ Cavero y Augusto Polo Campos para la elaboración de dos valses que gozan de mucha popularidad hasta el día de hoy: Y se llama Perú, Contigo Perú.
En 1987 fue distinguido por Organización de Estados Américanos como Patrimonio Musical de América junto a Jesús Vásquez, Arturo “Zambo” Cavero, Luis Abanto Morales y Augusto Polo Campos.
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, le dio en el año 2000, la distinción de Doctor Honoris Causa, el más alto título académico que otorga esta casa de estudios
En el 2005, el alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, le otorgó la Medalla “Ciudad de Lima”, en homenaje a su trayectoria
Óscar Aviles falleció el 5 de abril del año 2014 en el Hospital Edgardo Rebagliati. Su velorio se realizó en el Museo de la Nación y sus restos reposan en Cementerio Baquíjano del Callao.