El último 26 de julio, se cumplieron 70 años del fallecimiento de Eva Duarte de Perón, mejor conocida como Eva Perón. Por ello, la plataforma Star+ estrenó ese mismo día la serie “Santa Evita”, producción inspirada en el libro del mismo nombre escrito por Tomás Eloy Martínez.
Tras la muerte de ‘Evita’ en 1952 a causa de un cáncer de cuello uterino, su entonces esposo, el presidente argentino Juan Domingo Perón, decidió embalsamarla. ¿La razón? Construir un monumento en el que descansarían los restos de la primera dama.
El fervor y la importancia simbólica de Eva Perón en el pueblo argentino fueron fundamentales para que el mandatario tome dicha decisión. El embalsamiento estuvo a cargo del anatomista español Pedro Ara.
Natalia Oreiro da vida a Eva Perón. Foto: Star Plus
La tarea de Ara tomaría varios meses. Por ello, el cadáver de Duarte de Perón fue llevado al segundo piso de la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT). En dicho lugar, el anatomista realizaría sus labores.
Los retrasos en la construcción del monumento ideado por Perón ocasionaron que Ara quede al cuidado del cadáver embalsamado de ‘Evita’, siempre en el edificio de la CGT.
Sin embargo, en 1955, tres años después del deceso de la ex primera dama, Perón fue derrocado por un golpe militar y se exilió en Europa. Tras ello, vendrían los sucesos narrados en la serie que cuenta con Salma Hayek como productora ejecutiva.
El grupo de militares que derrocó a Perón quería evitar que los restos de la ex primera dama fueran utilizados como un trofeo político que los saque del poder y reivindique el peronismo en Argentina. El objetivo, entonces, fue desaparecer el cadáver enterrándolo con una identidad falsa.
Pedro Eugenio Aramburu, presidente de facto, encargó dicha labor al teniente coronel Carlos Moori Köening. El cuerpo de ‘Evita’ fue llevado a varios puntos de Buenos Aires. En 1957, Moori fue relevado de su cargo y los restos de Duarte de Perón les fueron arrebatados.
eva peron
Su reemplazo, Héctor Cabanillas, ordenó trasladar el cuerpo a Europa y darle cristiana sepultura. Trasladado a italia en barco, el cadáver fue enterrado en Milán con el nombre de María Maggi de Magistris. Bajo esa falsa lápida, ‘Evita’ permanecería 14 años.
Tras este periodo, Argentina tenía un nuevo líder: el general Alejandro Lanusse. El mandatario ofreció devolverle a Juan Domingo Perón los restos de su fallecida esposa, algo que se concretaría en Madrid en 1971.