La cinta es popular en redes sociales. Para Guillermo del Toro, el estreno de “Pinocho” en Netflix es un logro y el reflejo del arduo trabajo que tienen que atravesar los directores para ver sus obras realizadas.
En su presentación en Cannes, en mayo pasado, el cineasta mencionó que se demoró 15 años en dar vida a su versión de este clásico. “Cuando decía que quería hacer ‘Pinocho’, me contestaban que ya estaba hecho, y cuando añadía que se desarrollaba durante el ascenso de Mussolini en Italia, los estudios se echaban atrás. Los obstáculos engrandecen el cine, si los quitas, es la muerte de la industria”, explicó a la prensa.
Guillermo del Toro llega a Netflix para revivir la clásica historia de Pinocho. Foto: Netflix
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Tras el lanzamiento, el público no solo ha resaltado y aplaudido su historia, sino que incluso ha llegado a confesar que lloró viendo el desarrollo de sus personajes, algo que también le pasó al propio Del Toro.
Con la muerte, el duelo y la aceptación como algunos de los temas recurrentes, sin duda, su final demuestra que un clásico siempre se puede reinventar, y esta vez bajo el stop motion.
Una vez más conocemos a Gepetto, un maestro carpintero que vive junto a su hijo Carlo. Debido a que tienen la tarea de pintar a un Cristo de madera, él y el niño llegan a una antigua iglesia. Todo era felicidad hasta que tres aviones de guerra lanzan misiles. El joven muere.
Tras lo ocurrido, el carpintero entra en depresión y se vuelve alcohólico. A la par, la cinta nos presenta a Pepe Grillo, conocido ahora como Sebastián. Mientras ve al hombre sin poder pararse, es testigo de cómo busca replicar a su hijo, esta vez de madera, por lo que da vida a Pinocho.
Luego de que el hada azul le otorgue un alma, le da como misión brindarle felicidad a Gepetto y coloca a Sebastián como su conciencia. Pero las cosas se salen de control y el niño de madera termina como parte de un espectáculo circense.
Convencido de que debe buscar a su hijo, el carpintero inicia un viaje para hallarlo, pero es comido por una ballena. Por su parte, Pinocho conoce la maldad, el engaño y a Mussolini. Así también, se revela la realidad de su existencia: es inmortal, por lo que verá a su padre y seres queridos morir.
Luego de escapar del cirquero, él y uno de los monos, Spazzatura, van en busca de su padre. En el mar son comidos por la ballena que en el interior tiene a Gepetto y a Sebastián; todos se reencuentran. Después de más de una maniobra para salir del animal, logran su objetivo, pero Pinocho se sacrifica y, usando una bomba que está en el mar, hace que la ballena explote. Él, una vez más, muere.
Ya en la parte final, el niño de madera logra regresar a la vida, pero bajo una condición: perderá su inmortalidad. Tras aceptar, vuelve, pero sigue sin vida. Sebastián, al ver que no está consciente, le dice al hada azul que le conceda el deseo que le prometió y pide que regrese el Pinocho de antes. De esta manera, el niño revive.
Gepetto pasó sus últimos días junto a Pinocho. Foto: Netflix
Años después vemos que Gepetto es mayor y envejeció. Con el tiempo, él muere y Sebastián también. Pinocho metió al grillo en su interior y lo lleva a todos lados. El último en perecer es Spazzatura. El niño de madera entierra a sus seres queridos y decide que es hora de conocer el mundo.
"Pinocho" y Gepetto en la nueva película de Guillermo del Toro. Foto: Netflix