En el marco de un festival de cine de ciencia ficción en Londres se presentó Sunspring, un cortometraje cuyo guión fue escrito íntegramente por inteligencia artificial. Oscar Sharp, director de la producción, trabajó con un programador que dedicaba sus estudios a este tipo de tecnología y crearon un sistema capaz de producir su propio libreto cinematográfico de manera independiente.
Se trata de un software que, además de desarrollar las escenas de la película, escribió la letra de una canción para el cortometraje. Su programación no incluía esto, nadie le ordenó que diseñara el soundtrac, pero igualmente lo hizo.
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En algún punto esto generó temor debido a que podría poner en riesgo fuentes de información financiera o de datos personales. Por otro lado, también existe desde hace mucho tiempo la idea de que en un futuro no muy lejano, las personas serán sustituidas por máquinas en distintos puestos de trabajo. Esto al parecer no excluye a la industria del cine.
La cinta es protagonizada por Thomas Middleditch, Elisabeth Gray y Humphrey Ker. El equipo se introduce en un dialogo correcto en lo que respecta a la gramática, pero a veces sin sentido, con Ker diciendo que tiene que “ir al cráneo” y Middleditch proclamando que “no es una luz brillante”. El resultado, incluyendo el sorprendente y emocional monólogo con el que finaliza Gray, fue creado al subir cientos de guiones de ciencia ficción en una red neuronal recurrente LSTM.