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Ciencia

El médico estadounidense que descubrió la vacuna contra la polio y decidió no cobrar por ella

El médico científico, que decidió no patentar su versión de la cura contra la polio, también investigó enfermedades como la gripe, el cáncer y hasta el VIH.

La cura para el polio fue descubierta en 1955 por el médico científico Jonas Salk. Foto: Composición LR | Vanity Fair

Durante gran parte del siglo 19, la polio (también conocida como poliomielitis) fue una de las enfermedades más temidas y que se propagó rápidamente por gran parte del mundo, causando discapacidad y, en algunas ocasiones, la muerte. Pero en 1950, un descubrimiento lograría sentar las bases para lo que más adelante sería una cura totalmente efectiva y de fácil acceso.

Sin embargo, antes de la milagrosa cura, la polio azotó gran parte de Estados Unidos, ya que afectó a más de 58 mil personas y causó la muerte de 3.145. A pesar de ser una oportunidad única para lograr miles de millones en ingresos, el científico precursor de la vacuna contra la poliomielitis, decidió no patentar su fórmula y ofrecerla gratuitamente, lo que lo convirtió en un héroe en Norteamérica. ¿Sabes de quién se trata?

¿Quién inventó la vacuna de la polio?

A pesar de que la polio fue descubierta en 1905, no fue hasta la década de los 50 que se logró la primera vacuna inyectable en Estados Unidos. El creador fue Jonas Salk, un médico científico de Nueva York que desarrolló la denominada vacuna antipoliomielítica inactivada, iniciando así una campaña de inmunización a nivel nacional en territorio norteamericano.

Gracias a que su análisis de la situación era diferente al de la mayoría de sus colegas científicos, al intentar crear una vacuna con un virus muerto. Salk fue en contra de la mayor parte de la comunidad científica en ese entonces. Sin embargo, tuvo éxito en la creación de la referida vacuna inyectable contra la polio o IPV.

En 1953, Jonas E. Salk anunció en la revista Journal of the American Medical Association el increíble hallazgo científico. Gracias a ello, en el año 1954 se iniciaría una gran campaña de vacunación que beneficiaría a más de 800 mil niños en Estados Unidos.

Por otro lado, en una entrevista con el periodista Edward Murrow, este le preguntó a Salk a quién le pertenecía la vacuna, a lo que el científico respondió : “A la gente. Lo que quiero decir es que no hay patente. ¿Acaso se puede patentar el sol?”.

Lo cual puede comprobarse gracias a una investigación de la revista Forbes, donde se reveló que Salk habría dejado de ganar unos US$7.000 millones al no querer patentar su vacuna contra la polio.

Jonas Salk, el descubridor de la primera vacuna contra la polio. Foto: Keystone Features

¿Por qué existe una rivalidad entre Jonas Salk y Albert Sabin?

Luego de la Segunda Guerra Mundial, la polio logró atemorizar a los hogares en todo el mundo por su rápida propagación y la falta de una cura. Sin embargo, en 1955 Jonas Salk anunció el descubrimiento de una vacuna inyectable, totalmente segura y efectiva para combatir la enfermedad que ya se había extendido en Estados Unidos.

Asimismo, el científico nacido en Nueva York inició una campaña de vacunación nacional en la cual decidió no recibir dinero directamente ni patentar su fórmula, pues creía que no podría aprovecharse de la desgracia de millones de personas alrededor del mundo.

Sin embargo, otro descubrimiento en la misma década opacaría el gran éxito de Salk.

Albert Sabin, científico de origen polaco, creó la vacuna oral contra la polio. Foto: Forbes

Albert Sabin, un científico de origen polaco, era un investigador que años antes de la publicación de la vacuna de Salk, ya había iniciado los estudios para hallar una cura para la polio pero de forma oral. La diferencia, además del método de aplicación, era que en la vacuna de Sabin se usaban virus inactivos en lugar de muertos.

Esta diferencia, aunque parezca muy pequeña, garantizaba la inmunización de por vida contra la polio con una sola aplicación, todo lo contrario con la vacuna de Salk que necesitaba una segunda dosis. Esto, junto con los escándalos sobre la disminución de efectividad de la vacuna antipoliomielítica inactivada, hizo que naciera una rivalidad entre ambos científicos que perduró durante toda sus vidas.