Hace 3.900 años se extinguió el último grupo sobreviviente de mamuts, según estudios. Sin embargo, la empresa estadounidense Colossal Biosciences planea ‘resucitar’ a la especie antes del fin de esta década, posiblemente en 2028. ¿Por qué y cómo sería posible?
“Tenemos el ADN, la tecnología y los principales expertos en el campo, A continuación, tendremos al mamut lanudo vivo de nuevo”, indica el sitio web de la empresa acerca del emblemático proyecto. Asimismo, se estima que el primer ejemplar de esta criatura nacería en su sede central, en Texas, Estados Unidos.
Lo más importante de traer al mamut de vuelta a la vida es que podrá habitar en el mismo ecosistema donde vivía en la prehistoria, lugar en el que ellos fueron claves para proteger la vegetación, explica Colossal Biosciences en su sitio web. Estos serían ambientes de tundras y árticos.
La empresa señala que dicho animal desempeñó un papel activo en la compresión de la superficie de permafrost al derribar árboles invasores para despejar terrenos árticos. “El pisoteo de la nieve por parte de los elefantes árticos mientras se mueven y buscan comida dará como resultado una capa de nieve más compacta”, afirman los especialistas de Colossal Biosciences. Estiman que, a partir de este efecto, la nieve estaría expuesta a temperaturas más bajas y permitiría mayor congelación.
No obstante, aún hay expertos que cuestionan esta posibilidad. Por ejemplo, la paleobióloga Tori Heldridge, del Museo de Historia Natural, en un artículo de The Guardian, explicó que esta apuesta podría ser riesgosa. “Aún no está claro si la estepa del mamut desapareció como resultado de la pérdida del mamut o si el mamut desapareció debido a su hábitat”, advirtió.
La empresa especializada en biotecnología afirma que, gracias a la preservación de mamuts bajo el hielo de permafrost, ha sido posible recuperar importantes muestras de tejido con ADN intacto, pieles, colmillos y más elementos que permitirían devolver la especie extinta a la Tierra.
A partir de ello, el equipo científico viene trabajando en secuenciación de genomas de mamut lanudo. Con estos esfuerzos, se planea obtener uno completo con algunos vacíos que podrían ensamblarse luego con genomas de los elefantes asiáticos más cercanos a la especie, que llegan a tener un 99,6% de compatibilidad genética.
Se estima que los elefantes asiáticos comparten genes con los mamuts lanudos. Foto: Bioenciclopedia
Así, los investigadores planean valerse de genes importantes que le dan a los mencionados animales su capacidad para adaptarse a climas de bajas temperaturas y que son responsables de la generación de su pelaje, colmillos, depósitos de grasa, entre otros.
El material genético permitiría la creación de un embrión para implantarse en un ejemplar de elefante asiático o africano. Posteriormente, quedaría cuidar a las madres para asegurar el nacimiento de la cría del mamut tras los 22 meses de gestación.