Betelgeuse es una de las estrellas que conforman la constelación de Orión. Un reciente estudio realizado por astrónomos de la Universidad de Tohoku (Japón) y la Universidad de Ginebra (Suiza) indicaron que esta supergigante roja podría convertirse en una supernova en cuestión de décadas.
Su avanzada edad a nivel cósmico, con un diámetro cientos de veces mayor al Sol, abre la interrogante de si su muerte conllevaría, en pocos meses, a un cambio apocalíptico que amenazaría con el exterminio de todo ser vivo en el planeta Tierra.
Según los modelos astrofísicos, existen dos posibles finales para Betelguese: que su supernova lo convierta en una estrella de neutrones o en un agujero negro. En cualquiera de estos dos casos, no habría ningún riesgo, ya que está fuera del alcance de nuestro globo terráqueo.
Por su parte, Sky at Night afirma que, para causar un "daño ambiental significativo", la explosión de la supernova tendría que estar a 25 años luz de la Tierra.
Sin embargo, los científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, durante los años 90, informaron que una explosión de supernova a unos 250 años luz del planeta pudo haber acabado con el mamut, hace más de 41.000 años. El estudio descubrió que un colmillo de mamut con una antigüedad de 34.000 años contenía pequeños orificios, que se presume habrían sido causados por pequeños fragmentos de hierro ligeramente radiactivos que se desplazaban a una velocidad de 10.000 km/h, la cual es "característica de la eyección que produce esta explosión".
Betelgeuse se ubica aproximadamente a 650 años luz de la Tierra, por lo que no se contempla ningún escenario en el que su explosión afecte a nuestro planeta más allá de la llegada de algunos rayos cósmicos medibles por los científicos.