Julio nos depara una serie de eventos astronómicos que ningún aficionado al cielo nocturno y los astros debería perderse. Este mes, los fenómenos principales serán la superluna de ciervo, dos lluvias de estrellas que alcanzan su actividad máxima en la misma noche y la conjunción de cuatro astros. Conoce las fechas de dichos espectáculos celestes en esta nota.
Este lunes 3 de julio, la fase de luna llena coincidirá cuando el satélite se encuentre cerca de su punto más próximo a la Tierra (perigeo). Esto dará lugar a la superluna, que se caracteriza por ser 7% más grande y 15% más brillante que otros plenilunios.
La luna llena de julio de 2023 será una superluna de ciervo, nombre acuñado por las antiguas tribus norteamericanas, ya que su aparición coincidía con el crecimiento de las astas de dichos animales.
Durante una superluna, el satélite luce 7% más grande y un 15% más brillante. Foto: AFP
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Entre el miércoles 19 y jueves 20 de julio, la Luna y otros tres planetas (Mercurio, Venus y Marte) se encontrarán muy cerca entre ellos en el firmamento. La conjunción de dichos astros podrá verse tras el ocaso del Sol, en las primeras horas de la noche, hacia el horizonte oeste.
Será el momento oportuno para aprender a diferenciar a los tres planetas en cuestión. El primer día, la Luna se encontrará entre Mercurio, un punto de brillo tenue que estará muy cerca de la estrella (el Sol), y Venus, el astro más brillante después de la Luna. Al segundo día, el satélite ascenderá y pasará a ubicarse entre Venus y Marte, distinguido por su color rojizo y naranja.
Entre este conjunto de astros, también se apreciará Régulo, una estrella de la constelación de Leo.
Simulación del atardecer del 19 de julio de 2023. Foto: La República
Antes de acabar el mes, el domingo 30 de julio, dos lluvias de estrellas alcanzarán su pico de mayor actividad y emitirán su mayor tasa de meteoros. Nos referimos a la delta acuáridas y la alfa capricórnidas, producidas por los escombros de los cometas 96P/Macholz y 169P/NEAT, respectivamente.
Cuando sus residuos ingresan a la atmósfera terrestre a gran velocidad y se desintegran en el cielo, causan un fenómeno conocido como estrellas fugaces.
Se estima que ambos eventos, juntos, producirán una tasa de hasta 30 meteoros por horas, en cielos oscuros y despejados.