La naturaleza está repleta de animales increíblemente extraños y uno de ellos es la Sarpa salpa, también conocida como salema porgy o simplemente pez salema. ¿La razón? Cuando una persona consume este vertebrado acuático, que habita el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, existe un riesgo de que comience a experimentar por horas alucinaciones similares a las del LSD.
¿Lo más extraño? La mayoría de las personas que comen este pescado no experimentan dichas visiones, un tema que los biólogos aún esperan resolver.
Sarpa salpa se caracteriza por sus rayas doradas horizontales. Foto: Naturalista
En un estudio de 2006, científicos informaron de dos casos registrados en Francia que ejemplifican cuan alucinógeno puede resultar ser comer pez salema, también llamado el “pez de los sueños” en las culturas arábigas.
En el artículo se cuentan las historias de dos hombres —uno de 40 años y otro nonagenario— que comieron Sarpa salpa y a las horas empezaron a experimentar síntomas de ictioalieinotoxicidad, un tipo de envenenamiento producido por la ingestión de algunos pescados.
En ambos casos, los pacientes primero presentaron náuseas, debilidad muscular y visión borrosa. Sin embargo, horas después, todo se puso más extraño: experimentaron alucinaciones con animales y sonidos perturbadores que duraron horas.
Los efectos psicotrópicos les hicieron creer a ambas personas que tenían alguna enfermedad mental, por lo que acudieron al hospital. El primer paciente se sanó en 36 horas, mientras que el segundo tardó dos días en hacerlo, indica el documento publicado en la revista Clinical Toxicology.
La posidonia oceánica, planta marina que alberga el fitoplancton devorado por la Sarpa salpa. Foto: Yoruno
Los científicos todavía no saben con exactitud a qué se deben los eventuales efectos alucinógenos producidos por el pez salema.
En un estudio de 2012, un equipo de biólogos ha sugerido que los delirios se deberían al consumo de toxinas que se encuentran en las hojas de la posidonia oceánica, la planta marina que suele comer el pez salema, y que luego se acumula en grandes cantidades en órganos como el cerebro y el hígado, los más peligrosos al ser consumidos.
Aunque no está claro qué toxinas podrían ser las responsables del las alucinariones, los autores de ese informe teorizan que podrían ser alcaloides del grupo indol, una familia de compuestos químicos que tienen un efecto similar al del LSD o al de la dimetiltriptamina, la misma sustancia que se encuentra en el ayahuasca.
Según los expertos, el Sarpa salpa ha sido empleado por los antiguos romanos como una droga recreativa y por los polinesios como un alimento con fines ceremoniales.