Los océanos de la Tierra cubren la mayor parte de su superficie y también producen la mayor cantidad de oxígeno que respiramos. No obstante, esa importancia todavía no se ve reflejada en el derecho internacional para protegerlo de daños severos, como la gran isla de basura en el Océano Pacífico.
Por esa razón, un equipo de científicos ambientales del Centro de Leyes de la Tierra (ELC, por sus siglas en inglés) acaban de exigir que los océanos sean reconocidos como un ser vivo con derechos propios a nivel internacional. Su pronunciamiento se ha publicado como una editorial en la revista PLOS Biology.
“El derecho internacional debe evolucionar para reflejar los derechos inherentes del océano a existir, florecer y regenerarse. La salud del océano es la salud humana”, señalan.
El objetivo de los defensores ambientales es igualar la posición de los océanos con el de la humanidad y no como un dominio separado de explotación.
“Mantener el statu quo de la ley ambiental equivale a la destrucción legalizada de la naturaleza”, indica el pronunciamiento, escrito por las investigadoras de políticas oceánicas Michelle Bende, Rachel Bustamente y Kelsey Leonard.
Actualmente, existen legislaciones que protegen los océanos cuyas aguas se encuentran en las zonas económicas exclusivas, es decir, el área que se extiende alrededor de 370 kilómetros desde las costas de un país.
“Sobre la base de los entendimientos de la ley de la Tierra y los Derechos de la Naturaleza (un marco legal dentro del cuerpo de la ley de la Tierra), la gobernanza centrada en el océano reconoce al océano como una entidad viva, que promueve la ley, la política y la acción institucional que centra las necesidades del océano en la toma de decisiones”, escriben los autores.