El planeta Tierra y un gran número de objetos celestes (planetas, asteroides, cometas, etc.) orbitan alrededor del Sol. Todo en su conjunto es lo que conocemos como sistema solar, el cual suele representarse como estático en el cosmos. No obstante, se está moviendo a gran velocidad.
Según estimaciones de la NASA, el sistema solar entero, guiado por el Sol, se está moviendo a una velocidad de 230 kilómetros por segundo alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Esta brillante región, que aglomera millones de estrellas y un agujero negro supermasivo en su núcleo, está ubicada aproximadamente a 25.000 años luz de distancia.
Órbita del Sol alrededor del centro de la Vía Láctea. Imagen: Astronomy / Roen Kelly
Por eso, mientras nuestro planeta completa una órbita alrededor del Sol en un año, darle la vuelta al centro galáctico nos toma 230 millones de años.
Pero este viaje no es tan simple. De hecho, cada cierto tiempo el sistema solar llega a una ‘parada’ donde se presenta una vista cósmica privilegiada. Y si la humanidad no se destruye antes, podría presenciar este espectáculo.
Visto desde arriba, el sistema solar tiene una órbita circular alrededor del centro de la Vía Láctea. Pero si se mira de lado, la estrella se encuentra a 55 años luz por encima del plano galáctico.
Esto se debe a que el viaje del Sol a través de la galaxia no es plano, sino ondulado: se mueve hacia arriba y hacia abajo, con una inclinación de 60 grados con respecto al disco de la Vía Láctea.
Vista lateral del viaje del Sol alrededor del centro de la galaxia. Imagen: Astronomy / Roen Kelly
Aún estamos muy cerca de este plano, por lo que solo podemos ver el largo de la galaxia. Pero este panorama cambiará.
De acuerdo con los cálculos realizados por Frank Bash, profesor emérito de Astronomía de la Universidad de Texas en Austin, dentro de 14 millones de años, el sistema solar alcanzará su altura máxima (250 años luz) con respecto al plano de la galaxia.
En ese punto, si la humanidad aún sobrevive, tendrá la oportunidad de apreciar en el cielo nocturno, por primera vez, a la Vía Láctea en todas sus dimensiones, detalla la Universidad de Standford.
En la actualidad, los cielos más despejados nos ofrecen una vista lateral de la Vía Láctea. Foto: ESO
Durante esa época futura, la galaxia ocupará una parte mucho más grande de la bóveda celeste. En tanto, las regiones cósmicas distantes, que ahora no podemos observar por el polvo y gas del disco galáctico, serán por fin visibles.
En los subsiguientes millones de años, el sistema solar volverá al plano galáctico, se moverá por debajo de este y así sucesivamente.