Un equipo internacional dirigido por astrónomos de Universidad Nacional de Australia (ANU, por sus siglas en inglés) ha descubierto al agujero negro de más rápido crecimiento de los últimos 9.000 millones de años.
Según la investigación, este agujero negro consume el equivalente a una Tierra cada segundo y su entorno brilla 7.000 veces más que toda la luz de nuestra propia galaxia, lo que lo hace visible para los observadores equipados con instrumentos básicos.
Este monstruo cósmico, denominado J1144, está ubicado en el centro de una galaxia a 7.000 millones de años luz de distancia, donde se alimentan de abundante materia disponible.
“Los astrónomos han estado buscando objetos como este durante más de 50 años. Han encontrado miles de objetos más débiles, pero este asombrosamente brillante pasó desapercibido”, comunicó el investigador principal Dr. Christopher Onken.
El agujero negro tiene la masa de 3.000 millones de soles. Otros de un tamaño comparable dejaron de crecer tan rápido hace miles de millones de años.
IC 342, conocida como "Galaxia Oculta", tiene la mitad del tamaño de la Vía Láctea. Foto: NASA / ESA
“Ahora queremos saber por qué este es diferente: ¿sucedió algo catastrófico? Tal vez dos grandes galaxias chocaron entre sí, canalizando una gran cantidad de material hacia el agujero negro para alimentarlo”, dijo el Dr. Onken.
Por su parte, el coautor y profesor asociado Christian Wolf dijo: “Este agujero negro es tan atípico que, si bien nunca debes decir nunca, no creo que encontremos otro como este. Estamos bastante seguros de que este récord no se romperá. Básicamente, nos hemos quedado sin cielo donde podrían esconderse objetos como este”.
El agujero negro tiene una magnitud visual de 14,5. Esto significa que cualquier persona con un telescopio decente en un patio trasero muy oscuro puede verlo cómodamente.
“Es 500 veces más grande que el agujero negro en nuestra propia galaxia”, indicó el coautor Samuel Lai, investigador de doctorado de la ANU.
“Las órbitas de los planetas de nuestro sistema solar encajarían todas dentro de su horizonte de eventos, el límite del agujero negro del que nada puede escapar”, añadió.
El hallazgo se realizó como parte del proyecto SkyMapper. El estudio ha sido publicado en arXiv y enviado a la revista científica Publications of the Astronomical Society of Australia.
Con información de ANU y Europa Press.