Entre Medio Oriente y China circula un relato fantástico. Hace 700 años, una próspera ‘Isla de oro’ en Indonesia desapareció inexplicablemente sin dejar rastro de su civilización ni de su riqueza. Ahora, los pescadores locales han hallado vestigios de este imperio perdido valorizados en millones de dólares a lo largo del río Musi, cerca de Palembang, en la isla de Sumatra.
Sus extraordinarios hallazgos van desde monedas de todas las épocas y joyas dignas de reyes hasta una estatua de Buda de tamaño natural incrustadas de piedras preciosas. Todos los artefactos pertenecieron a Srivijaya, un reino asiático próspero entre los siglos VII y XIII.
Los pescadores han encontrado cerámicas chinas, anillos de oro, una estatua de Buda de tamaño natural, entre otras reliquias. Foto: composición / Wreckwatch
Según los investigadores, la opulencia de Srivijaya se debió no solo a su riqueza natural y mineral en oro —una característica particular en toda Sumatra—, sino que también, durante más de 300 años, fue un enclave comercial entre Este y Oeste en la ruta de Seda Marítima. Según un informe del 2019, se comercializó marfil, estatuas de cristal, perfumes, perlas, coral y cuernos de rinoceronte.
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Así, a partir de algunos vestigios, los arqueólogos han demostrado un vínculo comercial muy fuerte con China, país a quien se cree pagaron tributos por su comercio y cosecha propia.
Artefactos de la Isla de Oro recuperados con las expediciones acuáticas en el río Musi. Foto: Wrekwatch Magazine
Según Sean Kingsley, arqueólogo marítimo y editor de la revista Wreckwatch, donde se pueden revisar los detalles del hallazgo (previo registro), Srivijaya fue un “mundo acuático”. Es decir, la aristocracia comerciante vivió en edificaciones de madera construidas encima del río, tal y como sucede aún en algunos países del sudeste de Asia.
Pese al misterio alrededor de la ‘Isla de oro’, el conocimiento sobre este reino y sus costumbres está limitado a los relatos de los viajeros de esa época. La razón es que la mayor parte de artefactos encontrados se venden en el mercado negro de antigüedades antes de caer en manos de los arqueólogos.
Por ejemplo, un informe publicado por el Centro Nacional Australiano de Excelencia Marítima reveló que, entre 2011 y 2015, circularon en el mercado de Yakarta las reliquias de mayor valor jamás encontradas, que pudieron pertenecer al apogeo de Srivijaya.
Ubicación en el mapa y vista aérea de la zona donde se hallaban sumergidos los valiosos artefactos. Imágenes: Wreckwatch Magazine
“Es como entrar en el ala de un museo y está completamente vacío. La gente no sabe qué ropa usaba la gente de Srivijaya, cuáles eran sus gustos, qué tipo de cerámica les gustaba comer, nada. No sabemos nada acerca de ellos en la vida o en la muerte“, expresó Kingsley ante LiveScience.
Sobre la desaparición del reino en el siglo XIV existen dos teorías. Por un lado, un evento geológico relacionado a la gran actividad volcánica que pudo destruir la civilización o un desborde del río que barrió o pudrió sus frágiles edificaciones.
Los pescadores locales realizan expediciones acuáticas para encontrar más tesoros, pero muchos de ellos no son reportados ante las entidades oficiales. Foto: Wreckwatch
La arqueología subacuática en Indonesia es una actividad suspendida desde 2010 y además padece de una falta de recursos para realizarse. Ambas situaciones han incentivado a que los nuevos descubrimientos de la gente local no sean informados a las autoridades y pasen a la clandestinidad y al mercado negro.
“Esta es la última gran civilización perdida de la que nadie ha oído hablar”, sostuvo Kingsley. “Existe la obligación de salvarlo del olvido”.