La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que el fenómeno de La Niña se ha desarrollado de una escala moderada a fuerte en el océano Pacífico ecuatorial, central y oriental. El evento suele provocar el enfriamiento constante de aquella superficie marítima.
A su vez, según comunicó la OMM, en un 90% de casos, seguiremos sintiendo sus efectos hasta enero. Sin embargo, también cabe la posibilidad de que La Niña persista hasta el primer trimestre del 2021, con una probabilidad del 55%, tuiteó la agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que tiene su sede central en Ginebra, Suiza.
Habrá cambios en la circulación atmosférica tropical, como vientos, precipitaciones y presión, pero no generaría el impacto acostumbrado debido a que el período 2016-2020 está encaminado a ser uno de los más cálidos.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM, destacó que los fenómenos de El Niño y La Niña, en condiciones normales, modifican el sistema climático del planeta. “Pero todos los eventos climáticos que ocurren naturalmente, ahora, tienen lugar en un contexto de cambio climático inducido por el hombre, que está exacerbando el clima extremo y afectando el ciclo del agua”, advirtió el doctor en Meteorología por la Universidad de Helsinki (FInlandia).
“La Niña generalmente tiene un efecto de enfriamiento en las temperaturas globales, pero esto es más que compensado por el calor atrapado en nuestra atmósfera por los gases de efecto invernadero”, prosiguió Taalas.
El experto ratificó que los años de La Niña resultan ser ahora “más calurosos” en comparación a los años “con fuertes eventos de El Niño del pasado”.
Aguas frías del océano Pacífico a causa de La Niña | Foto: NASA
Países como Indonesia y Australia están predispuestos a afrontar lluvias de mayor envergadura; el sureste de Asia puede manifestar vientos estacionales con actividades anómalas.
Por otro lado, en el Caribe, el fenómeno de La Niña contribuye a la intensidad de temporada de huracanes.
La Actualización mundial del clima estacional (GSCU ) ha cambiado su periodicidad de trimestral a mensual. Conforme a la OMM, hay necesidades primordiales de monitorear y proporcionar información de foros nacionales y regionales a fin de repartir responsabilidades.
En la actualidad, los gobiernos que normalmente sufren el impacto de este evento de la naturaleza planifican sostener a sectores sensibles; por ejemplo, la agricultura, la salud, la gestión de desastres y recursos hídricos. Al respecto, la OMM asesorará a las agencias humanitarias internacionales para reducir los perjuicios. Dicha entidad toma en cuenta el desvío de esfuerzos ante la pandemia del nuevo coronavirus.
El último registro de un evento meteorológico fuerte de esta clase fue en la temporada 2010-2011.
El modo dominante en la variabilidad de las temperaturas en el océano Pacífico es el ENOS ( El Niño-Oscilación del Sur).
Se identifican tres fases de parámetros meteorológicos: El Niño, la etapa más cálida y erráticamente cíclica; La Niña, época de enfriamiento con excesos de lluvia; y la Neutra, donde la temperatura superficial del mar (TSM) fluctúa entre los -0,5°C y los 0,5°C en relación al promedio, en el Pacífico Ecuatorial.
Se localiza entre Asia, Oceanía y América. Respecto a Asia, baña a 13 países: China, Japón, Corea del Norte, Corea del Sur, Taiwan, Indonesia, Filipinas, Vietnam, Kampuchea (Camboya), Brunei, Malasia, Singapur y Tailandia.
El océano Pacífico también limita con 11 países isleños como Micronesia, Islas Salomón y Samoa Occidental | Foto: DIfusión
En cuanto a Oceanía, rodea a Australia, Nueva Zelanda y Papúa Nueva Guinea. Si nos referimos a América, limita con Perú, Chile, Ecuador, Honduras, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá.