Desde octubre de 2019, los astrónomos reportaron que la estrella Betelgeuse perdía brillo a un ritmo sin precedentes. En febrero de este año, su brillo era apenas el 35 % de lo normal. Sin embargo, en cuestión de semanas, se recuperó hasta el punto de volver a destacar sobre las demás estrellas del firmamento.
Mientras muchos aficionados especulaban que habría una inminente supernova (explosión de la estrella), ciertos grupos de investigadores se dedicaron a observarla detenidamente para entender la razón de su extraño comportamiento. Uno de ellos fue el equipo de astrónomos rusos dirigidos por Boris Safanov.
Entre el 27 de octubre y el 24 de abril, utilizaron el telescopio de 2,5 metros de diámetros de Observatorio de la Montaña del Cáucaso para observar la estrella en diferentes longitudes de onda.
De esa manera, lograron ver sombras negras que oscurecían la estrella a medida que se acumulaban en el centro, tal como se observa en el video. En la parte inferior de la imagen, se ve cómo varía la magnitud de su brillo percibido desde la Tierra.
Según sus conclusiones, se trataba de cuerpos de polvo estelar que terminaron por dispersarse a finales de marzo, cuando la estrella recuperó rápidamente su brillo.
Betelgeuse tiene aproximadamente 15 veces la masa de el Sol. Es una supergigante roja, la última etapa en la vida de las estrellas masivas, cuando incrementan su tamaño desmesuradamente. De hecho, esta tiene cerca de 900 veces el diámetro de nuestro astro.
Observación de la estrella Betelgeuse: Crédito: ESO.
Debido a sus ocho millones de años, se estima que la Betelgeuse ya agotó su hidrógeno y helio, por lo que ahora está fusionando elementos cada vez más pesados en su interior. Cuando solo le quede hierro, colapsará por la gravedad de su núcleo y explotará. Esto ocurrirá en cualquier momento dentro de los próximos 100.000 años.
Un estudio anterior señaló que la estrella no había perdido mucha temperatura como para pensar que se sufría cambios bruscos en su interior. Por tanto, los investigadores concluyeron que estaba siendo oscurecida por una nube de polvo que se desprendía del astro.
Para fortuna de los aficionados a la astronomía, esta nube oscura ya no está más. Ahora podemos verla, a 650 años luz de distancia, con un gran brillo naranja en la constelación de Orión.
Ubicación de Betelgeuse en la constelación de Orión. Foto: James Stone.