Las consecuencias del nuevo coronavirus han mellado en la comunidad internacional desde que comenzó el año 2020, dejando una gran cantidad de fallecidos ye infectados mientras los científicos apuran los estudios para dar con una vacuna.
En medio de la pandemia del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, la investigadora asistente de la Universidad de Carberra, en Australia, Cynthia Mathew, aclaró que el panorama no es completamente negativo.
Si bien “los virus son conocidos principalmente por su naturaleza agresiva e infecciosa”, señaló Mathews en la plataforma especializada The Conversation, “no todos son malos”.
“Algunos virus pueden matar bacterias, mientras otros combaten virus más mortales. Así como tenemos bacterias protectoras (probióticos) en nuestro cuerpo, también tenemos varios virus que nos defienden”, escribió.
Cada vez hay más puntos rojos en el planeta, por la gran cantidad de muertos, producto de la pandemia del coronavirus. Infografía: AFP
En su artículo mencionó los bacteriófagos. Virus que infectan y destruyen bacterias específicas, y se encuentran alojados en la membrana mucosa de los aparatos digestivos, respiratorios y reproductivos.
Estudios recientes sostienen que los bacteriófagos situados en la mucosa forman parte del sistema inmunitario natural del ser humano, por lo cual protegen al cuerpo de las bacterias invasivas.
Los "fagos", como también han sido llamados, han sido usados para tratar la disentería e infecciones de salmonela, entre otras.
“Contraer infecciones virales a temprana edad es importante para garantizar el desarrollo apropiado de nuestro sistema inmunitario. Además, el sistema inmunitario es estimulado constantemente por virus sistémicos que nos afectan a un nivel bajo pero suficiente para generar resistencia a otras infecciones”, dijo.
En ese sentido, apuntó que algunos protegen al cuerpo contra la infección de otros virus patogénicos. Son capaces, inclusive, de armar las células asesinas naturales para detectar células tumorosas.
Lo ejemplificó con virus latentes (asintomáticos) de herpes, que “pueden ayudar a las células asesinas naturales del cuerpo humano (células blancas sanguíneas específicas o linfocitos) a identificar células cancerígenas y células infectadas por otros virus patogénicos”.
“Esta es tanto una táctica de supervivencia de los virus para permanecer más tiempo dentro del organismo portador, como para eliminar la competencia de otros virus y evitar que le hagan daño al portador”.
Múltiples estudios han demostrado que el virus de la hepatitis G (GBV-C) tiene efectos positivos en pacientes con VIH, comunicó la investigadora.
La industria farmacéutica estima que no habrá vacuna para el coronavirus antes de 12-18 meses.
En base a esas publicaciones Cynthia Mathew indicó que los pacientes con VIH que reciben GBV-C viven más tiempo en comparación con los que no lo reciben.
“El virus ralentiza la progresión de la enfermedad al bloquear los receptores del portador requeridos para la invasión celular del virus y promueve la distribución de detectores de virus como interferones y citoquinas”, recalcó.
La pandemia del coronavirus deja en total 1 252 265 casos positivos, mientras que 68 148 personas han perdido la vida, según la Universidad Johns Hopkins.