La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) ha remasterizado digitalmente la icónica imagen ‘Punto azul pálido’ (Pale Blue Dot, en inglés) que la nave Voyager 1 tomó a gran distancia de la Tierra hace exactamente 30 años.
La imagen original mostraba a la Tierra desde 6000 millones de kilómetros como una pequeña mancha dentro de una banda de brillo causada por la luz solar que golpeaba el instrumento de la nave espacial.
La fotografía fue el resultado de una campaña dirigida por el científico Carl Sagan para convencer a la NASA de que cambiara la posición de la Voyager 1 y tomase una foto del planeta del que había despegado 13 años antes. Solo 34 minutos después, según la NASA, la cámara de la nave espacial se apagó definitivamente para que la sonda pudiera ahorrar energía.
Comparación entre la foto original (1990) y la nueva (2020).
Durante la misma secuencia de imágenes, la Voyager 1 también fotografió otros cinco planetas y el Sol, en un total de 60 imágenes que la NASA apodó “El retrato familiar del sistema solar”.
Para el aniversario, Kevin Gill, un ingeniero en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en California y procesador de imágenes, le dio un nuevo aspecto a la foto.
“Esta versión actualizada utiliza el software y las técnicas modernas de procesamiento de imágenes para volver a visitar la conocida vista Voyager mientras intenta respetar los datos originales y la intención de quienes planearon las imágenes”, según un comunicado de la NASA.
Una ilustración del artista muestra dónde estaban la Voyager 1 y los planetas cuando la nave espacial tomó la icónica imagen "Punto azul pálido".
Ubicación de la Voyager-1 cuando fotografió los planetas. Crédito: NASA.
La foto original era una compilación de imágenes tomadas con tres filtros de color diferentes. En la nueva imagen, esos canales se han reequilibrado para hacer que la imagen se vea más nítida, y el haz de luz solar que rodea la Tierra se ajustó para que se vea blanco, como lo hace la luz solar en nuestros ojos.
Las sondas gemelas Voyager (1 y 2) no han producido imágenes en décadas; no vuelan lo suficientemente cerca de ningún objeto que valga la pena fotografiar, informa Space.com.
Pero las dos venerables naves espaciales todavía funcionan. Ambas han cruzado la burbuja que marca la extensión del espacio formado por el Sol. Ahora, sus instrumentos informan a los científicos sobre el espacio interestelar.