Emprendedor de 90 años recorre mercados de Lima para vender su emoliente instantáneo: "Orgullo peruano"
Don Luis pasó por momentos muy duros, pero no se dio por vencido y decidió salir a recorrer los mercados impulsando su producto. Esta es la inspiradora historia del adulto mayor que ha acaparado la atención de los usuarios en las redes sociales.
Perú es un país que no solo tiene una exquisita gastronomía, sino también es cuna de grandes emprendedores. Este es el caso de Luis Sánchez Calderón, un peruano que es ejemplo de perseverancia y pasión por su negocio. A pesar de sus 90 años, no se detiene en su misión de recorrer todos los días los diferentes mercados de Lima Metropolitana con el propósito de ofrecer a las amas de casa su delicioso Emoliente Don José Luis.
A sus 90 años todos los días visita algunos mercados de Lima para ofrecer su emoliente
Pero ¿quién es este peruano que, con nueve décadas a cuestas, aún le pone mucho empeño y ganas de seguir sacando adelante su pequeño negocio? En comunicación con La República, don Luis contó que nació en Lambayeque y a sus 22 años decidió viajar a Lima para probar suerte, sin imaginar que se convertiría en un emprendedor.
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Tras hacer un gran esfuerzo y mucho tiempo de estudio, lanzó un producto al mercado que tuvo gran acogida. ¿De qué se trataba? De Emoliente Don José Luis. Su enorme espíritu emprendedor y sus ganas de expandir su negocio lo llevaron a participar en la extinta Feria del Hogar en 1977 y, desde la fecha, tuvo grandes satisfacciones.
Su prosperidad continuaría, puesto que, en la década de los 90, logró comerciar con los establecimientos más populares de la época (Monterrey, Gala y Scala), a los cuales les distribuía sus infusiones. Tiempo después, se convirtió en proveedor de otros conocidos supermercados, pero, como en todo contrato, este llegó a su fin.
No se dejó ganar por la adversidad
Tras décadas de duro trabajo, los empresarios dejaron de contar con sus servicios relacionados con el rubro de las infusiones. Aunque pasó por momentos sumamente difíciles, Luis Sánchez decidió que tenía que resurgir como el ave Fénix y puso muchas ganas en salir adelante.
Don Luis, el emprendedor de 90 años que recorre los diferentes mercados de Lima ofreciendo su Emoliente Don José Luis. Foto: composición LR/Elisa Cruz
Actualmente, se le puede ver al adulto mayor con un termo en la mano y unos volantes caminando por los mercados de Breña, Lince, La Molina, Surco y Pueblo Libre. Con una risa amable, se acerca a sus posibles clientes, a quienes les habla sobre los beneficios de su emoliente para la salud y les ofrece una pequeña muestra en un vasito descartable.
Su paciencia y dedicación han hecho que sus clientes se sientan confiados al probar su emoliente. Con cada sorbo, experimentan los sabores únicos y reconfortantes que han hecho famoso al longevo hombre en los mercados de Lima.
Don Luis, el emprendedor de 90 años que recorre los diferentes mercados de Lima ofreciendo su Emoliente Don José Luis. Foto: composición LR/Elisa Cruz
Para Don Luis, ser emprendedor en el Perú no es un trabajo fácil y, a pesar de las dificultades, dijo estar muy satisfecho por el producto que ofrece. “Me siento muy orgulloso de poner en el mercado este producto de gran calidad y por el que he hecho grandes sacrificios”.
Emoliente Don José Luis
De seguro te preguntarás, ¿de qué trata Emoliente Don José Luis? El longevo emprendedor explicó que para la fabricación de este producto necesitó de ingredientes frescos y de calidad, como la linaza y cebada, a los cuales sometió a un exhaustivo proceso de elaboración.
Don Luis, el emprendedor de 90 años que recorre los diferentes mercados de Lima ofreciendo su Emoliente Don José Luis. Foto: composición LR/Elisa Cruz
“Para la preparación se tiene que tostar, zarandear y ventilar, para luego envasarse en bolsitas de 35 gramos”, las cuales distribuye en los mercados de barrio. Además, el proceso de preparación en casa solo demanda de 2 minutos.
“Solo se necesita vaciar el contenido del sobre en una olla con dos litros de agua y hacerlo hervir por dos minutos. Al final, se le agrega limón y azúcar al gusto”, manifestó el comerciante. Este lambayecano demostró con su trabajo que nunca es tarde para volver a empezar y no debe haber ningún obstáculo para cumplir tus metas.