Selva. El pintor y escritor amazónico esta noche presenta un hermoso libro de cuentos para niños, Las aves y los colores, en el que rescata un mito y un idioma., Rember Yahuarcani vive en Lima, pero pareciera que nunca ha salido de los bosques de Pevas, su pueblo a orillas del río Yaguasyacú, Loreto. Es que Yahuarcani siempre está escuchando el rumor de la memoria, las voces de sus abuelos huitos, del clan Aymenu “Garza Blanca”. De esa cantera, que es la memoria, la tradición y la familia, este joven pintor, pero también escritor, desde hace buen tiempo se ha propuesto la tarea de rescatar y difundir su cultura. Esta noche presentará el libro Las aves y sus colores (Ed. Déjalo ser), un hermoso libro de cuento, por su historia y por las pinturas que en el ha reproducido. El libro, en edición bilingüe –castellano y minika–, será presentado por José María Salcedo, el artista plástico José Luis Carranza y la escritora Ingrid de Andrea. La cita es en la galería Enlace, Av. Camino Real 1123 – San Isidro. 7:30 p.m. “El libro, que es para niños, cuenta la historia en que Fídoma, un dios creador huitoto, se pregunta por qué las aves no tienen colores cuando a sus alrededores todo es colorido”, explica Yahuarcani. A partir de esa pregunta, Fídoma buscará darle colores a las diferentes especies de aves. Cómo lo hace, la respuesta los pequeños lectores –y los adultos– la hallarán en el libro. El libro es bilingüe, además de contar tiene intención de rescatar un idioma. El primer objetivo de este libro, además de ser una historia para niños, es rescatar el idioma minika, que se está extinguiendo y que hoy en día solo lo hablan seis personas en mi pueblo. Por eso para mí también es importante este libro, que contiene un relato, tradiciones, un idioma y obras de arte, porque no se trata de meras ilustraciones sino de verdaderas pinturas. Tus abuelos nacieron y crecieron en el bosque. Tú has salido. ¿No temes que lo urbano te transforme? No, definitivamente no. No tengo miedo a lo urbano, lo nuevo, moderno o contemporáneo porque sé exactamente de dónde vengo, quien soy, quien mi familia, mi historia me transformará, pero no perderé mi esencia. En tu cuento declaras a Fidoma como el primer pintor. Sí, porque muchos entendidos de arte creen que la pintura para los indígenas es un oficio reciente, pero no. Si fuera reciente no estaría en los mitos. Con los mitos no hay nada nuevo.