La escritora mexicana acaba de lanzar El Dios de Darwin, novela que hurga los aspectos más secretos del naturalista, como el debate de ciencia y religión.Sabina Berman,¿Por qué Charles Darwin, quien enfrentó su teoría evolucionista a la creacionista, está enterrado en la Abadía de Westminster? Esta es la duda que tuvo la escritora Sabina Berman cuando visitó el famoso templo londinense, y el punto de partida que tomó para su nueva novela, El dios de Darwin. Berman (México DF, 1955) presenta un “thriller” en el que la investigación sobre el naturalista y sus aportaciones a la ciencia se mezclan con la ficción, llevando como hilo argumental la desaparición de un profesor universitario que guardaba celosamente “el secreto de Darwin”. Este secreto está relacionado con la parte más desconocida de la obra de Darwin, la que “se quedó en las sombras”, a pesar de que “su legado fue asimilado por nuestra cultura intensamente”, ha señalado la autora en una rueda de prensa celebrada ayer en Madrid. “A Darwin nos lo han planteado como un hombre que se desinteresó por la religión, pero eso es falso”, afirma, y pone como prueba la autobiografía del científico, elemento clave en la novela y que contenía cosas polémicas –y censuradas en su día– por las ideas que presentaban sobre Dios. El “thriller” pone ante los ojos del lector este Darwin más oculto, el que en los últimos años de su vida “supo que se había equivocado con la ley del más apto”, porque según Berman, se dio cuenta de que esta “solo rige en ciertas circunstancias”, mientras que en otras “lo que rige es la cooperación”. La autora vuelve a tener como protagonista de su ficción a Karen, rescatada de su anterior novela, La mujer que buceó dentro del corazón del mundo; una bióloga marina autista que será la encargada de sumergirse en las incógnitas del caso y de descubrir cuál es el preciado “secreto” darwiniano. En ella, Berman ha visto la oportunidad de mostrar una perspectiva diferente de la historia, ya que la mirada que realiza la bióloga sobre el mundo –“instalada en el presente”y sin que le influya el pasado o las perspectivas de futuro– es “esclarecedora”. “Va directo a lo real”, dice la mexicana. Como Karen, la escritora espera que el lector acabe replanteándose las preguntas más “evidentes”, y entrando en el eterno debate que supone la confrontación entre religión y ciencia; un tema que hoy en día todavía despierta polémica, como sabe que también lo hará su libro. «Estoy segura de que va a haber gente que va a tirar la novela por la ventana», bromea Berman, «pero no me importa, mientras despierte interrogantes profundos ante las cuestiones más sencillas de nuestra vida».❧ EFE Madrid