Puente Huaycoloro: a una semana de inaugurarse, peatones corren riesgo por la falta de paraderos
Vía que beneficia a San Juan de Lurigancho, Lurigancho-Chosica y Huachipa fue reabierta tras 6 años de obras. La República pudo constatar que peatones no cuentan con alternativas adecuadas y seguras para movilizarse.
“Justo el día sábado a una niña casi la salen atropellando porque los carros en bastante velocidad bajan y suben”, contó Marcos, un vecino que se gana la vida como datero de transporte público en el nuevo puente Huaycoloro.
Paraderos improvisados, cruceros peatonales imaginarios, maniobras temerarias y ausencia de fiscalización son los principales problemas que presenta a una semana de inaugurado.
Desde que se reabrió al público, el puente ha permitido que miles de vecinos de Huachipa, Lurigancho-Chosica y San Juan de Lurigancho puedan llegar de manera más rápida y económica a sus destinos.
Sin embargo, un equipo de La República pudo comprobar que no todo lo que brilla es oro. Graves son los peligros que corren, sobre todo los peatones, dado que no cuentan con alternativas adecuadas y seguras para movilizarse.
Riesgo latente
“El paradero antes era acá, pero ahora le han puesto esta reja. ¿Qué es lo peligroso? Los carros corren. Por ejemplo, yo también tengo mis hijas. Por acá no se puede cruzar, se tiene que cruzar por allá”, detalló Marcos para La República.
La falta de opciones peatonales, sumada a la escasa cultura vial, ocasiona numerosos riesgos para la integridad de las personas.
La señora Inés baja en el paradero improvisado en medio del puente y duda si cruzar a la volada como lo hacen todos.
“La verdad es que no sé; cruzaré por allá arriba. No han dado un crucero peatonal para las personas. Es lo que falta a nosotros porque corremos peligro. Me daré la vuelta por ahí. Los carros no tienen control acá”, comentó.
Finalmente, pudimos convencerla de que cruce por una zona más segura.
Ausencia de fiscalización
En todo ese tiempo, ningún fiscalizador u orientador estuvo presente para poner orden. Sí se observó la presencia de inspectores de transporte de la Municipalidad de Lima, pero dedicados exclusivamente a controlar la circulación de vehículos pesados y a la imposición de multas.
Según los carteles y avisos, está prohibido circular con unidades que sobrepasen las 6,5 toneladas de peso, es decir, camiones de carga pesada. Algunos conductores expresaron su malestar por la escasa información y por la falta de vías alternas para circular.
“Los fiscalizadores se cierran del todo, ponen un acta, se van adelante, sacan su váucher, hacen el acta, no dicen el motivo, se cierran en uno”, manifestó en desacuerdo Martín Pérez, conductor de un vehículo que excede el límite de peso.
En un intercambio, un conductor le manifestó a un inspector de la Gerencia de Movilidad Urbana que no tienen una vía alterna para desviarse del puente, empero el inspector insistió en que no está cerrada y deben tomar la avenida Prialé.
“Ya no tienes que venir por acá. Se supone que tu empresa debe de darte tu peaje o el peaje correspondiente para que puedas circular. Eso lo manejas tú y tu empresa, por eso se te va a levantar una infracción, nada más, caballero”, mencionó el inspector.
A pesar de lo dicho por el inspector, los conductores insistieron en que la vía de acceso a la avenida Ramiro Prialé estaba cerrada.
“El otro carril estaba cerrado, está cerrado el otro lado por la vía. (…) Claro, sí, por la Ramiro Prialé”, dijo otro conductor.
Sin vías alternas
En efecto, mediante un recorrido pudimos constatar que la única salida que tienen los camiones para no ir por el nuevo puente estaba obstruida por unos bloques de concreto.
A pesar de ello, algunos realizaron maniobras temerarias para no ir hacia una multa segura. Incluso muchos vehículos generaron riesgos dando vuelta en u en una zona prohibida para ello. Todo con el fin de evitar multas y peajes.
Autoridades ausentes
Hicimos llegar nuestras consultas al encargado de ejecutar la obra, el Gobierno Regional Metropolitano de la Municipalidad de Lima, y a los responsables de poner las infracciones, la Gerencia de Movilidad Urbana de Lima. Sin embargo, hasta el cierre de este informe no absolvieron nuestros cuestionamientos.
Exhortamos a que puedan tomar cartas en el asunto y no esperar que todas estas alertas terminen en una tragedia para recién poner manos a la obra.