“Me quiero rendir”: dueña de ferretería endeudada con bancos tras ser asaltada por séptima vez
El pequeño negocio de la mujer de 52 años fue arremetido por séptima vez. Ella se encuentra preocupada porque, cada vez que es atacada por la delincuencia, solicita préstamos a los bancos para volver a empezar.
Odelina Rimachi fue víctima de la delincuencia una vez más. La madre de familia sostiene su hogar gracias a la ferretería que fundó con mucho esfuerzo en San Juan de Miraflores; sin embargo, su situación económica se complicó por los constantes asaltos que ha sufrido en su local, ubicado a la altura del kilómetro 16 de la Panamericana Sur.
Esta vez, el negocio fue atacado por séptima ocasión, y todo quedó registrado por las cámaras de seguridad, las cuales evidencian el momento en que un criminal armado ingresa al establecimiento para llevarse todo el dinero de la caja. Así, la dueña y los empleados corrieron despavoridos para ponerse a buen recaudo, mientras que el hampón logró huir con el botín.
“El delincuente apareció en una moto lineal acá en mi puerta, redujo a mi vendedora, le apuntó en la barriga para que le abra la puerta. En ese forcejeo yo me doy cuenta, logré salir y el delincuente entró. Estoy sacando la cuenta y se llevó más de 3.000 soles, también mi cartera donde tenía mis tarjetas, documentos personales y 600 soles más”, narró la mujer para La República.
En medio del atraco, uno de los trabajadores del establecimiento intentó cerrar las rejas de la ferretería con el hampón adentro, pero no lo logró.
“El año pasado la extorsión ha sido muy fuerte, y la cual pagué. A veces mi vida corre riesgo, la vida de mis hijos; me quiero rendir, pero debo seguir adelante para continuar trabajando, porque tengo una pequeña (...). Por miedo no puse la denuncia. Sin embargo, esta vez sí lo hice, en la comisaría de Mateo Pumacahua. Viene la Policía acá constantemente, pero el delincuente busca el momento en que ellos no estén”, expresó la afectada, quien también ha visto su salud afectada a causa de la preocupación por la inseguridad de su emprendimiento.
Por su parte, los vecinos de la víctima, quien sufre de constantes taquicardias y diabetes emotiva,