Sociedad

Sedujo a tres hombres en discoteca, los drogó para robarles y causó la muerte a uno de ellos

Diana Palomino Mishti fue detenida por la División de Homicidios acusada de matar a José Rojas Guerra en hostal de San Juan de Lurigancho.

Una mujer fue detenida en Los Olivos acusada de haber drogado y asaltado a tres hombres, uno de los cuales murió por exceso de ansiolíticos y benzodiazepinas que esta mezcló en el licor que bebían tras seducir a sus víctimas.

Diana Carolina Palomino Mishti, de 29 años, era buscada desde el 8 de febrero por robo agravado con subsecuente muerte de José Manuel Rojas Guerra, un joven de 28 años que había llegado a Lima procedente de Pucallpa en busca de un futuro mejor.

José Manuel y sus amigos, los hermanos Deivis Paul y Anthony Quisiyupanqui Nuñez, habían asistido a una discoteca de San Juan de Lurigancho. Ahí conocieron a Diana, con quien luego acudieron al hostal Emely, ubicado en la avenida Los Tusilagos. En ese hospedaje sedó a los hombres.

El administrador del local, Junior Josue Rebasa Torres, encontró sin vida a José Manuel mientras los dos hermanos yacían inconscientes. Estos fueron trasladados por personal de la comisaría del sector al hospital de San Juan de Lurigancho. La Fiscalía dispuso que la División de Homicidios a cargo del coronel Víctor Revoredo asumiera las investigaciones.

El móvil, según se demostró, devino del robo agravado. La policía estableció que Diana Carolina era la ‘pepera’ y se solicitó su detención preliminar, medida que fue resuelta por el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria a cargo del juez Fidel Ccopa Osorio.

Los agentes de la División de Homicidios que durante la mañana realizaban acciones de Inteligencia en Huacho y Barranca tuvieron conocimiento de que la mujer había retornado a Los Olivos y la tarde de este miércoles 6 de abril fue arrestada por el equipo 1 de la División de Inteligencia contra la Criminalidad. Fue sorprendida en el asentamiento humano Juan Pablo II.

Ella tenía los rasgos compatibles con los captados por las cámaras de vigilancia del hostal. Esta es una modalidad repetida en distintos distritos de Lima. Las mujeres que se dedican a este delito cuentan con cómplices.