Bibliotecas escolares: los espacios más necesarios y que subsisten con iniciativas propias
El Día de la Biblioteca Escolar se celebra cada 10 de noviembre en homenaje al destacado educador Ciro Napanga Agüero. En esta nota, te contamos la importancia de estos espacios desde tres experiencias distintas.
Este 10 de noviembre, se celebra en el Perú el Día de la Biblioteca Escolar, una fecha instaurada por el Ministerio de Educación en conmemoración a la gran labor desempeñada por el maestro Ciro Napanga Agüero, promotor y fundador de las bibliotecas escolares.
En nuestro país, estos espacios constituyen un elemento esencial en el proceso de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en etapa escolar, ya que apoya a la formación de valores y hábitos, tales como la lectura y la investigación.
“Las bibliotecas escolares son importantes porque permiten a los niñas y niñas aprender a comprender un texto, a expresarse verbalmente y usar otros lenguajes que permitan reconocer sus impresiones”, así lo afirma Hilda Villalobos, auxiliar de biblioteca en la I.E. 06 República de Holanda.
Esta institución cuenta con una biblioteca infantil interactiva, donde sus alumnos pueden seleccionar libremente los libros que desean leer. También cuentan con recursos tecnológicos para que puedan visualizar proyecciones especializadas en el área de comunicación y cultura general, vinculadas al nivel inicial.
Según, Villalobos este progreso se debe a la importancia que le brinda la institución educativa y los docentes a este espacio. Además, reciben el apoyo de la Municipalidad de Lima y el Ministerio de Educación, quienes de forma constante envían libros y textos infantiles.
Actividades en la biblioteca escolar. Foto: cortesía Hilda Villalobos
“A los niños les gusta estos espacios, ya que se comunican, preguntan ,responden e interactúan entre ellos, comentando sus apreciaciones y utilizando normas de comunicación virtual”, señala Hilda Villalobos.
Pero esta no es la realidad que viven todas las bibliotecas escolares en el Perú. Un ejemplo de ello es la Institución Educativa Santiago de Viñac, ubicada en Yauyos, a siete horas de Lima. Este colegio no tiene implementada su biblioteca ni cuenta con un lugar propio para este fin.
Maribel Arbizu, auxiliar de la biblioteca de dicha institución, afirma que no reciben un presupuesto por parte del Estado peruano para poder mejorar la biblioteca escolar.
“No tenemos asignado un presupuesto. Para implementar la biblioteca, hacemos actividades y pedimos el apoyo a las autoridades educativas, comunales, distritales y provinciales”, dice Maribel.
Esto sucede, a pesar que en el 2019, la entonces ministra de Educación Flor Pablo afirmó que el presupuesto para la implementación de bibliotecas, en las instituciones educativas del país, se triplicaría de 9 a 28 millones de soles durante el 2020.
A pesar de las dificultades, Maribel junto a profesores continúan con su labor. Antes de la pandemia, realizaban encuentros de lectura, concursos, pasacalles y aplicaban la estrategia llamada Burrito Lector para fomentar el hábito de lectura en sus alumnos. Ahora con la virtualidad, han adaptado sus actividades a las plataformas digitales.
Pasacalle por el Día de la Biblioteca organizado por la I. E. Santiago de Viñac. Foto: Cortesía Maribel Arbizu.
“Estamos trabajando con actividades virtuales como tertulias literarias, encuentros de autores, recital poético, mediación de lectura”, menciona Maribel.
Las bibliotecas escolares y la pandemia
A los múltiples problemas y limitaciones que tuvieron que afrontar los estudiantes peruanos debido a la pandemia de la COVID-19, se le sumó el cierre de las bibliotecas escolares. Esta medida afectó a miles de chicos, quienes contaban con estos espacios para realizar sus tareas, leer, reforzar sus conocimientos, entre otras actividades.
Frente a esta situación, la asociación Escuela Caminante ONG viene implementando, desde septiembre de este año, una biblioteca escolar virtual que busca derribar las brechas que ha impuesto la pandemia y continuar fomentando la lectura entre los niños, niñas y adolescentes.
“La biblioteca está funcionando de forma virtual a través de los clubes de lectura orientado a los niños, niñas y adolescentes. Desde septiembre, venimos trabajando ocho cuentos.”, menciona Clara Pacheco, la responsable del proyecto Biblioteca Escuela Caminante y especialista en mediación lectora.
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Además del club de lectura, están organizando un concurso de cuentos y en febrero del próximo año esperan abrir una biblioteca escolar presencial.
Clara Pacheco resalta la importancia de generar estos espacios dentro de las comunidades, ya que, según menciona, las bibliotecas son elementos esenciales para generar un hábito de lectura, siempre y cuando sean implementadas como “un ente vivo”; es decir, que no solo sean habitaciones con estantes y libros, sino que hayan mediadores que promuevan e impulsen a los niños a acercase a estos lugares de aprendizaje.
“Buscamos que la comunidad pueda acceder a los textos, disfrutar con la lectura, generar sus hábitos lectores y de esta manera estaremos contribuyendo mucho en la educación de estos niños, niñas y adolescentes”, concluye Pacheco.