Grupo de médicos del Noguchi denuncian limitaciones para brindar servicios de consultas presenciales e internamientos
Personal del Instituto Nacional de Salud Mental Noguchi realizó un plantón para pedir reapertura de servicios de hospitalización y consulta externa presencial.
El Frente Único de Trabajadores de el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi denuncia la imposibilidad de realizar consultas presenciales y la progresiva eliminación del servicio de hospitalización pese a gravedad de algunos pacientes.
Por ello, realizaron un plantón frente al Ministerio de Salud para pedir diálogo y presentar su pliego de reclamos, cuyo punto más resaltante es la reapertura de servicios de hospitalización y consulta externa presencial.
Según la carta abierta que emitieron a la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, el 4 de mayo de este año, el INSM cedió parte de sus instalaciones al Hospital Cayetano Heredia, a fin de que implementen la expansión de su servicio de hospitalización y atención para pacientes no COVID, en el marco de la crisis sanitaria. Ello se aplicaría por un plazo de tres meses, pero con posibilidad de ampliación.
Sin embargo, esta decisión no habría sido consultada ni comunicada al personal del Noguchi por parte del director general Dr. Humberto Castillo, según explica a La República la psiquiatra Rocío Ramírez Flores, presidenta del cuerpo médico de la institución.
Además, luego de esta decisión, unos 60 pacientes internados fueron dados de alta, entre ellos 10 niños, pese a la oposición de los médicos, según narra Ramírez. Ellos fueron enviados a sus casas o al Hospital Larco Herrera “a pesar de que no había estabilidad clínica en algunos de ellos”, señala.
“La justificación para hacer esto era que debíamos ceder espacio al hospital Cayetano para que trajeran a sus pacientes”.
Aunque según el Noguchi, estos pacientes fueron incluidos en el programa de seguimiento y continuidad de cuidados domiciliarios, que le permitan reinsertarse en el seno de sus familias y la recuperación dentro de sus propias comunidades.
La gran preocupación de los especialistas del Noguchi es que los servicios de atención ambulatoria sean eliminados, puesto que la integridad de la salud mental de sus pacientes, algunos tratados allí por años, se pone en riesgo.
Sin embargo, la posición oficial de la institución es que ello resulta imposible y que una vez que el Gobierno disponga la reapertura de los servicios estos se ejecutarán con normalidad y que la postergación del servicio presencial se debe a la la Alerta Roja que indica la suspensión de atenciones presenciales por consulta externa en los establecimientos de salud.
Las atenciones de otras especialidades se han restringido para priorizar el cuidado de los afectados por el virus y por las restricciones del personal que entraban a cuarentena por vulnerabilidad. Siendo la alternativa de atención por telemedicina y no solo en el ámbito de salud mental.
Cesión de espacios
A expensas de sus colegas del Hospital Cayetano, se enteraron de la cesión de más espacios del Instituto y de que la atención ambulatoria en este no se realizaría hasta setiembre del 2021, es decir, casi dentro de un año, y se proseguiría solo con las teleconsultas, las mismas que no son igual de eficaces que una sesión de psicoterapia presencial, según los especialistas.
“Agradezco que me sigan brindando atención y contención, pero las teleconsultas son incómodas debido a que se tocan asuntos muy delicados, traumas y hasta abusos, y tus familiares pueden oír cosas muy personales. No me siento a gusto. Además, recién en el Noguchi pude encontrar la ayuda que necesitaba luego de pasar por hospitales y un centro de salud mental comunitario donde me dieron diagnósticos errados”, señala a La República una paciente que recibe atención desde marzo por la vía virtual.
Así, según el documento del Frente Único de Trabajadores, los servicios del Noguchi quedarían reducidos a los servicios de emergencias y urgencias de salud mental, pero ello es negado por la alta dirección de la Institución.
Aunque según la postura de la mencionada organización existe una adenda entre el Hospital y el Instituto que amplía el convenio de cooperación hasta el 5 de mayo del 2023. “Lo que se pretende es socavar la vigencia del INSM HD-HN como una institución de atención altamente especializada en salud mental y, en reemplazo de ello, consolidar y redireccionar recursos para los centros de salud mental comunitarios y hogares protegidos a costa de la eliminación del servicio de atención en nuestra institución. Y, para llevar a cabo dicho plan, el actual director [...] ha consolidado la extensión del tiempo de entrega de los ambientes, de tres meses en un inicio, a tres años más”, se lee en la carta abierta.
Además, médicos señalan que la eliminación de hospitalización psiquiátrica es inviable y citaron como ejemplo el caso de un joven paciente de su institución que tuvo tres intentos de suicidio hasta que, finalmente, se quitó la vida, arrojándose de una torre de alta tensión en Los Olivos. Un día antes había recibido una teleconsulta. Señalan que ser internado lo hubiese salvado.
“Saludamos la atención virtual, pero no lo es todo. Tiene muchas cosas por mejorar, pero vemos que estamos en peligro como Instituto”, señala.
“Nuestra realidad amerita centros de salud mental comunitarios, casas hogares, hospitales generales, pero también se necesita la atención en centros especializados y tener el Instituto Nacional de Salud Mental”, puntualiza la psiquiatra Ramírez.