Sociedad

Policía compró mascarillas quirúrgicas y alcohol a proveedores que vendían licuadoras y baldes plásticos

Durante años ofrecieron bienes y servicios no afines al sector Salud. Esta madrugada, fueron detenidos junto a cinco policías por estar implicados en el presunto direccionamiento y sobrevaloración de equipos de bioseguridad.

Policías Lambayeque compras sobrevaloradas.
Policías Lambayeque compras sobrevaloradas.

Tras realizar un megaoperativo durante la madrugada de este miércoles 19 de agosto, la Fiscalía Anticorrupción de Lambayeque logró la detención preliminar de once investigados -entre policías y proveedores- que estarían implicados en el presunto direccionamiento y sobrevaloración de equipos de bioseguridad destinados al personal policial de Lambayeque, Amazonas y Cajamarca.

Tal como consta en la resolución n.° 01 emitida por el Décimo Juzgado de Investigación Preparatoria, la unidad ejecutora número 28 de la II Dirección Territorial Policial de Lambayeque realizó 19 compras por un total de S/1′258,431.50 a favor de diez proveedores durante los meses de marzo y abril; es decir, en pleno estado de emergencia por la COVID-19.

Según la investigación, encabezada por el fiscal provincial José Guevara Gilarmas, productos como mascarillas quirúrgicas, guantes quirúrgicos y alcohol en gel fueron adquiridos a proveedores que durante años —e incluso este 2020— celebraron contratos con la misma Policía, pero por diferentes servicios y bienes.

Así, se encuentran los proveedores Giovanna Luna Rojas, Inversiones Cear SAC (vinculada a Giovanna Luna), Claudia Hernández Cornejo, Ramón Andonaire Martínez, Paola Mccoy Milaés y Janeth Baldeón Limaylla, quienes ofrecieron venta de balanzas electrónicas, licuadoras, refrigeradores eléctricos, tanques de agua, mantenimiento mecánico de vehículos policiales, baldes plásticos, estantes, mesas, sillas, alquiler de camionetas y hasta refrigerios.

Esta situación fue evidenciada a través de las órdenes de compra y guías de internamiento de las contrataciones que se encuentran registradas en el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE).

De acuerdo a la resolución judicial, dichos indicios permiten inferir la existencia de un presunto direccionamiento de las contrataciones, “pues no resulta razonable que una determinada empresa o persona natural tenga la especialización en la venta de bienes y servicios tan heterogéneos”.

Por otro lado, la Fiscalía constató que no existe ningún almacén o negocio en los domicilios fiscales consignados por los proveedores. Incluso, detectó que existe una estrecha vinculación entre ellos, debido a que ofrecían la misma dirección como domicilio de traslado de los materiales vendidos o pertenecían a una misma empresa.

“Probablemente se trata de un solo proveedor que utiliza a diversas personas para realizar tales transacciones ilegales”, se lee en el documento.