Peruanos que fueron a conocer Bolivia están varados en región Puno
LEJOS. Afectados piden al Gobierno un puente aéreo para regresar a sus casas. Entre los afectados hay cajamarquinos, limeños y de Huaráz. No tienen como solventar sus gastos.
Liubomir Fernández
Puno
Sandy Bon Rodríguez y Benjamín Martos Castillo son naturales de Cajamarca. La suspensión del servicio de transporte aéreo y terrestre, como parte del avance del Covid-19, los sorprendió cuando estaban en Bolivia de turismo. Con las justas cruzaron la frontera y ahora están en Puno, sin poder desplazarse a su ciudad de origen.
Similar es el drama de alrededor de 80 personas que están varadas en Puno, Juliaca y Desaguadero (frontera con Bolivia). Son connacionales de diversas partes del país que están obligados a quedarse en esta región, a pesar de que ya no cuentan con recursos económicos para pagar hotel, alimentación y medicinas.
PUEDES VER: Puno redobla control en sus límites con Arequipa, Cusco y Madre de Dios por casos de Covid-19
“Estamos dispuestos a aceptar el aislamiento social, pero en nuestras casas. El Gobierno nos tiene que dar una solución humanitaria porque no somos de Puno. Estamos desesperados”, dijo Bon Rodríguez.
Similar es el drama que viven Lucía Modragón Vela y Jean Pierre Manayay. Son naturales de Lima. Se fueron de paseo a Bolivia y se vieron afectados por el estado de emergencia decretado por el Gobierno. Hoy viven alojados en un hotel en el centro de la ciudad. Aseguran que, cada hora que pasa, viven una verdadera angustia, porque no saben hasta cuándo se quedarán en esta parte del país; además de que en la actualidad no es fácil encontrar alimentos. Intentaron viajar por tierra, pero a estas alturas es imposible.
Los esposos Florencia Blas Posada y Walter Pantoja Muñoz son naturales de Huaraz (Áncash). Junto a su hijo, Walter Pantoja Blas, se dieron la oportunidad de conocer Bolivia. La pareja vive un cuadro particular de salud y están obligados a residir en Puno, alojados en un hotel en el que pagan 50 soles la noche. En este momento, no pueden salir de la ciudad de Puno. El Ejército y la Policía no permiten el tránsito de ninguna unidad. “Mi esposo se deprimió. No tenemos más dinero. Pido al presidente que nos escuche. Solicitamos un puente aéreo humanitario, por lo menos para las personas que no somos de Puno”, dijo.
En Desaguadero, también hay decenas de extranjeros que no pueden movilizarse a Bolivia. Alimento es lo que más falta. Los mercados están abiertos, pero no hay restaurantes que atiendan al público. La Defensoría pide al Gobierno evaluar soluciones.