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Sociedad

Voto blanco y viciado: ¿hay beneficiados con esta opción?

El voto nulo o blanco expresa una mortificación ciudadana con la clase política. La democracia lo reconoce, pero no a la hora de repartir los escaños. A veces favorece a partidos que con el voto emitido no alcanzaban la valla y perdían su inscripción. Los ganadores también reciben más curules de lo fijado.

a las urnas. Ciudadanía elegirá a sus respresentantes al Congreso de la República el próximo 26 de enero.
a las urnas. Ciudadanía elegirá a sus respresentantes al Congreso de la República el próximo 26 de enero.

Mónica Cuti

Se acercan las elecciones. En las redes sociales un sector de ciudadanos amenaza con votar en blanco o anular el sufragio. Si es una opción consciente o pensada, es válida democráticamente.

Sin embargo, tiene sus consecuencias. En la última elección regional de Arequipa favoreció a la elección del gobernador Elmer Cáceres Llica.

Esta opción no se cuenta a la hora de definir la cifra repartidora, el reparto de curules. Se reduce el universo de electores y hay una crisis de representatividad.

La Ley Orgánica de Elecciones (Ley N° 26859) ordena que no entren en el cómputo general.

El docente Federico Rosado plantea el siguiente ejercicio: Si la lista A obtiene el 23%, la B 10%, C: 9%, D: 6%, E: 4%, F: 4%. Otras listas: 9%. Nulos y blancos: 35%. Total: 100%.

Con el voto emitido, las listas E y F no pasan la valla electoral del 5%. No solo no tendrían representación parlamentaria, también perderían su inscripción.

Rosado reitera que sin el voto en blanco y viciado, todos los partidos engrosan sus porcentajes: Lista A : 35%, B: 15%, C: 14%, D: 9%, E: 6% y F: 6%. Otras listas: 14%, cada una con menos de 3%. Total: 100%. ¿Qué lista ganó más con los nulos y blancos? La A: 12. Pero las que más ganaron fueron la E y F, que pasaron la valla electoral. Esas son las distorsiones que ocurre cuando el voto se vicia o se vota en blanco.

Un voto se vicia o anula cuando la cédula presenta trazos mal hechos en el recuadro de la organización política elegida. Cuando el elector hizo marcas distintas a las de una cruz o aspa (que es lo recomendado). También con la intersección fuera del recuadro, la cédula tiene frases o alguna parte rota, entre otros. La votación se anula si se vota por agrupaciones diferentes.

Mientras más votos blancos y viciados haya, más pequeño será el universo a repartir. Entonces, con la cifra repartidora algunos partidos obtienen más puestos de lo reflejado en la voluntad popular. Ocurrió en las elecciones del 2016. Fuerza Popular obtuvo primigeniamente el 19% del total de votos a nivel nacional, pero terminó con el 56% de congresistas en el Congreso. Obtuvieron esa mayoría a pesar que 1 de cada 4 peruanos inscritos en el padrón le dieron su respaldo.

El sociólogo Raúl Fernández señaló que hay la opción de que una mayoría de votos nulos pueda anular las elecciones y promover que hayan nuevos comicios. Se requiere 66% del total de sufragios. Pero eso es casi utópico, nunca ha sucedido. Así que piense mejor antes de votar en blanco o anular su voto.