Prohibirán construir más edificios en acantilados de la Costa Verde
Restricciones. Lima anuncia que habrá una franja intangible de hasta 120 metros, como ya se había establecido antes. Hay polémica por posibles demoliciones.
Por: Fernando Leyton
El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, adelantó ayer que la comuna metropolitana prohibirá la construcción de nuevas edificaciones en una “franja” de la Costa Verde. Este sector “intangible”, precisó la autoridad edil, tendrá una longitud de entre 60 y 120 metros “respecto del acantilado”.
En esa línea, el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), general EP (r) Jorge Chávez, precisó a La República que dicha extensión se recoge como sugerencia técnica del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cidmid) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Sobre los edificios ya construidos en dicha franja, el alcalde declaró que “lamentablemente no podrán demolerse”, ya que —según su interpretación— los propietarios de esos inmuebles ya tienen “un derecho adquirido”.
Para el alcalde de Magdalena, Carlomagno Chacón, esa postura es equivocada. De acuerdo con el funcionario esas construcciones deberán ser declaradas “inhabitables” si los estudios técnicos de suelo determinan que están ubicados sobre terrenos peligrosos.
En consecuencia, de confirmarse el riesgo de derrumbe, el alcalde distrital considera que la demolición debería ser una opción a tener en cuenta, aunque resulte “impopular”.
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Respecto a la misma discusión, el general Chávez asegura que “la idea inicial” no es demoler estructuras, sino realizar estudios de riesgo diferenciados en los distintos sectores de la Costa Verde, ya que cada uno de ellos tiene “características geográficas particulares”.
Los resultados de ese diagnóstico, cuya elaboración estará a cargo de las entidades técnicas que dependen del gobierno central, determinarán qué clase de intervención es necesaria en cada parte del acantilado.
El objetivo también será detectar “zonas críticas” que demandarán acciones mucho más urgentes, fuera de los trabajos preventivos que ya se están implementando.
De acuerdo con las investigaciones preliminares del Indeci, los problemas no solo se presentan en la parte alta de los acantilados, sino también en el malecón y en las pistas que están siendo constantemente erosionados por acción del mar.
En el caso de Magdalena, por ejemplo, se sabe que existe un tramo de la Costa Verde que se formó con el material extraído para construir la Vía Expresa. Este “relleno”, agregó Chávez, no es adecuado para realizar edificaciones ni para el riego de áreas verdes por “inundación”.
Por ello es que, además de prohibir nuevas construcciones, la ordenanza que prepara la comuna metropolitana también impedirá el uso de técnicas de riego no tecnificado que debiliten los suelos por la acumulación de agua.
Los antecedentes
La necesidad de prohibir construcciones en la Costa Verde no es un asunto nuevo. En 2010, a través de la ordenanza N° 1414, Lima declaró estos acantilados como “intangibles”, con la opción de permitir la ejecución de proyectos viales.
A raíz de esta declaratoria se modificó el Plan Maestro de la Costa Verde, donde esos acantilados intangibles se denominan como el “sector C”. A la letra, se establece que estos terrenos “tendrán una longitud mínima de 150 metros paralelos al litoral (...) desde la “plataforma superior hasta la vía del circuito de playas”, tal como hoy propone Muñoz (ver infografía).
El mismo plan, sin embargo, también dejó abierta la posibilidad de autorizar edificaciones si los estudios técnicos individuales concluyen que son “seguros”. Es este el “vacío legal” que diversas gestiones municipales han utilizado para entregar licencias de construcción. Y las peligrosas consecuencias ya son innegables.
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