Política

David Sulmont: “cuando hayan logrado el objetivo de controlar los entes electorales y cambiar las reglas electorales, se van a bajar a Boluarte”

Para el analista político la agenda de la lista del fujicerronismo es capturar instituciones como los entes electorales y cambiar las reglas electorales a su favor para reelegirse.

David Sulmont es politólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Foto: archivo
David Sulmont es politólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Foto: archivo

¿Cuál es tu impresión frente a quienes encabezan ambas listas a la Mesa Directiva? En el caso de Luis Aragón esta investigado por la Fiscalía por el caso “Los Niños” y en el de Alejandro Soto –según el Foco- tiene 55 investigaciones fiscales.

Este es un Congreso en que hemos visto varios congresistas con temas de investigaciones que son cubiertas por sus propios colegas. Hay una especie de pacto de impunidad, donde todo el mundo tiene rabo de paja y, por lo tanto, hay una decisión de investigaciones no pasen a mayores y eso está presente en casi todas las bancadas del Parlamento y sirve como una moneda de negociación para que no se toquen entre ellos. Ya este Congreso ha perdido un poco la vergüenza, como no hay nadie que los fiscalice, ellos se fiscalizan así mismos y no tienen que molestarse por esas cosas.

¿Qué piensas sobre este pacto entre Perú Libre y el fujimorismo para postular en la lista N°1 a la Mesa Directica?

La lógica que prima en los congresistas y que se refleja en la composición de esta lista es una simple repartija del poder, donde no hay ninguna línea ideológica. Simplemente el fujimorismo y el cerronismo ha encontrado que juntándose en esa lista puede acceder al control del Legislativo. Es una alianza simplemente de repartirse el poder que puedan tener en el Congreso, sin que importe ninguna consideración programática. Es una pura correlación de fuerzas para acceder al poder y defender agendas particulares o mercantilistas como se refleja en votaciones previas que han tenido ambas bancadas como la elección para el Defensor de Pueblo, para el Tribunal Constitucional, para la Sunedu.  Yo no estoy tan sorprendido. Ha sido una constante de Perú Libre tratarse de garantizarse una cuota de poder, sin importar con quien se junte. Es simplemente conveniencia. Algo que sí caracteriza a ambos es este rechazo a lo que ellos llaman el “caviarismo”, que es lo puede estar a favor de un equilibrio de poderes, de principios liberales en el manejo de la política. Allí si coinciden el fujimorismo y el cerronismo en tratar de cerrar cualquier espacio de poder a lo que ellos consideran los “caviares”.

¿Como no hay discurso en estas listas, que buscaría el fujicerronismo de llegar a la Mesa Directiva del Congreso?

Me parece que una agenda que parece confluir es de repartirse la captura de algunas instituciones o asegurarse una serie de reformas constitucionales como el tema de la bicameralidad, el de la reelección, pero eso tiene que ir de la mano con una estrategia de captura y reparto de instituciones, como el JNE y la JNJ, que les permita liberar el panorama para, en una eventual elección, tratar de llegar al poder, a través de elecciones con reglas que le sean favorables o que excluyan a candidatos u organizaciones que le puedan hacer la competencia.

¿Esta alianza facilitaría la vacancia contra la presidenta Dina Boluarte?

La única explicación de que Boluarte siga donde está, es porque una elección ahorita no garantiza que los grupos que están en el Parlamento vuelvan a acceder al poder. Podría pasar eso cuando hayan logrado el objetivo de controlar los entes electorales y cambiar las reglas electorales a su favor. Si logran hacer eso, se van a bajar a Boluarte porque para qué esperar tres años más. Además, asegurarse que el juicio contra Keiko Fujimori no avance.

Producto de esta decisión ha renunciado 3 congresistas de Perú Libre porque no se respetó un acuerdo inicial de ir en una alianza de centro izquierda. ¿Cómo quedan Perú Libre?

Me imagino que, dentro de la evaluación de Perú Libre, mientras logren el objetivo de llegar a la Mesa Directiva que pierda algunos u otros es parte del costo. Ahí no hay pactos de honor de caballeros, la firma del vocero no compromete una bancada. Se pueden ir a otro lado y pueden regresar. Como no hay principios hacen lo que les conviene y lo que les dé más poder, así de crudo. No hay que leer al Congreso a partir de principios éticos, políticos, programáticos sino de intereses individuales, repartijas de poder, así de brutal, porque no representan a nadie sino a sí mismos.

¿En qué nivel de confianza queda el Congreso con esta alianza fujicerronista?

El Congreso no tiene ningún nivel de confianza ya, ninguno. Este Congreso no representa a nadie, no les importa representar a nadie y eso es lo peor. Como, por ahora, no tiene expectativa de ser reelegido no les importa la ciudadanía. El Congreso se reafirma en su vocación a que los congresistas mantengan el poder que tienen, sin importar las consecuencias ante la opinión pública.