César Acuña. Le ha ido bien con su estrategia del hombre surgido a pulso de la pobreza. Pero ahora empieza a sentir los embates de sus rivales, con su imperio educativo en el centro de los ataques. Sus posibilidades de subir los servicios de Luis Favre a bordo se han evaporado. Ha decidido, pareciera, ser el recién llegado silencioso de esta campaña. Keiko Fujimori. Preparando declaraciones de impacto y grandes cambios para la campaña, incluido un nuevo coordinador general traído de fuera. Hay problemas de imágenes y mensajes cruzados: las viejas glorias del fujimorismo duro siguen siendo las más invitadas a la TV, y Kenyi se despacha a su antojo. Que eso no haya afectado sus cifras la debe estar preocupando. Alan García. Su idea de un inicio de campaña parece ser lanzar una proliferación de actos partidarios de mediano tamaño con él al centro. Pero algunas de sus propuestas en Chamochumbi parecen haber encontrado un público, sobre todo en las AFP. En algunas fotos su nuevo look de pelo aclarado evoca reflejos de Donald Trump. Milton von Hesse. No está logrando darle seguimiento a su lanzamiento inicial. El nacionalismo está en todo menos en una campaña electoral, y el candidato aparece más bien solitario. Por momentos da la impresión de estar cuidándole el puesto a un reemplazo de último momento. Pedro Pablo Kuczynski. ¿Decidió no aprovechar publicitariamente su renuncia a la nacionalidad USA, o solo se le pasó a su equipo? Lo del perro Perú ha sido una mala idea; urge un rebautizo. Parece haber un exceso de grupos de opinión/presión en el entorno del candidato. Su jale de Carlos Bruce es mucho más útil que el de Juan Sheput. Verónika Mendoza. Es muy atractiva para los medios, pero su candidatura todavía no está 100% segura. Ciertamente le está sacando ventaja al otro bloque de izquierda, que todavía no tiene candidato. Pero su imagen juvenil le está rindiendo más que sus declaraciones, más bien avejentadas. ¿La están ayudando los cambios de palabras fuertes con Palacio? Alejandro Toledo. Antes tenía que reemplazar a PPK; ahora también tiene que reemplazar a Acuña. Aun así, está tomándose su tiempo para saltar al ruedo. Quizás el paso al 4° puesto lo ponga en movimiento. Mientras tanto son varios los candidatos que ya se han metido en su antiguo espacio de centro, y sus cuadros están en fuga. Resto del mundo. Todavía estamos dentro del plazo en el que un candidato o precandidato chiquito puede imaginar un milagro grande, pero eso se está acortando. Ese milagro incluso puede limitarse a superar el 5%. La disyuntiva presidencia/parlamento le puede estar quitando el sueño a más de uno. Pero esas participaciones menores merecen respeto y saludo democrático.