Liliana Rojas. El abogado es contrario a la revocatoria por considerar que tal como ha sido concebida puede agravar la situación de Lima. Pero con el proceso ya en marcha, aconseja a la alcaldesa mostrar eficiencia cambiando a su equipo. Dice que no hará campaña por el No aunque pueda ser revocado. ¿Le preocupa que 60% quiera revocar a Susana Villarán? No. La revocatoria es una medida legal. Creo que la democracia representativa es mejor que la participativa porque la revocatoria puede terminar agravando la situación de la ciudad y no mejorarla. Está en contra de la revocatoria pero desaprueba la gestión de Villarán, ¿cómo explica eso? Que no esté de acuerdo con la revocatoria no significa que tenga que apoyar una decisión que, lamentablemente, no ha dado resultados positivos. ¿Es consciente de que regidores como usted, que no tendrían responsabilidad en los errores que se le atribuyen a la alcaldesa, podrían ser revocados? La revocatoria no es un acto por responsabilidad, es un acto político. No hay que tener fundamento ni hay requisitos. Así ha sido siempre. Pero en zonas con pocas autoridades y pocos electores... La institución no ha variado, estaba planeada para que se aplique en ciudades grandes. Lo que pasa es que ha sido mal diseñada por los que la han promovido, como la alcaldesa en su plan de gobierno y Henry Pease que hizo la ley, con una mala propuesta y ahora son, lamentablemente, víctimas de sus malas ideas. ¿Qué será de Lima si prospera la revocatoria? Es una pena, pero así es cuando las cosas no se plantean bien. No se le puede culpar a los revocadores. Será la población la que sufra las consecuencias.. Por supuesto. Es mala la revocatoria, pero los que la inventaron no pueden decir eso. Tienen que defender la gestión y obras de la alcaldesa, pero estas son pocas. ¿Por eso debería ser revocada? Debe tener la responsabilidad de los alcaldes cuando su gestión es mala: no son reelegidos. ¿Cómo califica la gestión de Susana Villarán? Muy negativa. Si no tiene la inteligencia de cambiar pronto su equipo gerencial, tendremos una situación crítica. La gente cree que no ha hecho nada y, por tanto, nada se paralizaría. ¿Hará la campaña por el NO? No. Si la ciudadanía cree que debo irme, lo haré. Respetaré su decisión.