Rosa María Palacios. Marisol Pérez Tello, congresista del PPC (Alianza por el Gran Cambio) y presidenta de la Comisión de Justicia, es una mujer ocupada. Tratamos durante dos días de coordinar sus horarios y los míos, pero fue imposible. Finalmente, no quedó más remedio que acordar hacer esta entrevista por teléfono. A la hora pactada nos contestó saliendo de su visita de trabajo al penal para ver las condiciones en que opera el INPE en Cajamarca. En su traslado a otro punto de su agenda en esa ciudad logramos conversar con calma del caso Villena, los sueldos de los congresistas y el trabajo de la comisión que preside. Aún no se sabía que el ministro sería reemplazado ayer por la abogada Victoria Laos. -¿Qué opinión tiene sobre la conducta de Villena y la respuesta del Poder Ejecutivo? Yo creo que él se tiene que ir a su casa, y la única explicación que tengo de que el Poder Ejecutivo haya hecho lo que ha hecho es que no ha visto el video o no ha tenido idea clara de qué es lo que ha pasado. No puedo entender que avale una situación como esta y, la verdad, creo que le hace daño al gobierno, a él y a su familia. Este incidente no tiene marcha atrás, es decir, este no es el daño que le causa una persona a otra, le pide disculpas y se solucionó el problema. Este es un ministro de Trabajo que no respeta el trabajo de otra persona porque considera que el suyo es más importante, que abusa de su poder y que, además, lo refuerza negando los hechos. Yo creo que nada de eso tiene ningún tipo de justificación y explicación, y todo lo que diga a su favor termina siendo lapidario. -¿Cree que ha mentido en este caso? Bueno, él se ha cuidado. Ha dicho “me he disculpado, no quise...”, pero lo real es que cuando uno comete un error de ese tamaño, lo sano y lo sensato es decir “me equivoqué... estaba alterado, tenía que llegar, no me di cuenta, perdónenme, no he sabido utilizar el poder que tengo, y renuncio”. Eso es lo que hace que la gente diga “bueno, por lo menos sí es un caballero que asume las consecuencias de sus actos”. Lo que no puedes hacer es pretender que no pasó nada, no es posible. Además, ya no tiene autoridad para defender los derechos de los trabajadores, porque no es consciente, para empezar, de que los trabajadores tienen derechos. -Él no ha renunciado o por lo menos su renuncia no ha sido aceptada dado que tiene el respaldo del primer ministro y del presidente de la República. Hay una moción de interpelación que usted también ha firmado. ¿Podrían censurarlo ya, sin la moción de interpelación? Sí, pero yo siempre he creído que la gente tiene derecho a ser escuchada. Ahora, en la medida en que los días van pasando, ya la necesidad de escucharlo disminuye porque la verdad se va abriendo camino sola. Yo en su lugar hubiera ido al Congreso inmediatamente, es decir, no hubiera esperado siquiera la interpelación, y hubiera ido al Congreso porque el país merece una explicación y porque lo que se ha visto ahí es el abuso del poder en su máxima expresión; el que, además, se ha materializado en que esta chica ha retirado la denuncia; esto en un país donde la cultura de la denuncia no existe y donde hay que fomentarla, donde hay que decirle a la mujer violentada a la que le pegan, o al hombre que le pegan, o al abuelito que lo encierran en un cuarto: “denuncia que yo, Estado, te voy a proteger”. Lo que está pasando es que esta chica ha retirado la denuncia y yo te aseguro que no la ha retirado por voluntad propia. -Se ha conocido, mientras el ministro decía que no había agresión física, un certificado médico legista donde se señala que sí ha habido un moretón... Ha habido agresión, esta puede haber sido física en cualquiera de los grados que tú imagines, pero ha habido agresión. La sola agresión verbal, esa violencia empleada para tratar no solamente a la señorita Ana Lucía sino a todos a los trabajadores, a la Policía... a todo el que quiso decirle “oye, cálmate, relájate... el avión se fue”, pero la actitud es lo inaceptable. Si empujó a la chica eso es, digamos, mucho más grave porque además revela una incapacidad absoluta para controlar sus emociones, y a este tipo de personas no les puedes dar poder. Yo no cuestiono su capacidad profesional, no la cuestiono, pero creo que precisamente en honor a esa capacidad profesional lo mejor que puede hacer es asumir su error y asumir su responsabilidad; es decir, lo que uno no puede es eludir su responsabilidad. Yo creo que acá él está eludiendo y creo que Juan Jiménez y el presidente no tienen por qué avalar un acto de esta naturaleza. Ellos pueden responder por temas administrativos, por decisiones políticas, pero esta es una acción personal que no tendría por qué afectar al gobierno. -¿Cree que haya consenso en el Congreso la próxima semana para censurarlo? Si esperan la interpelación van a entrar al receso parlamentario. Yo creo que está censurado por el país. La verdad es que creo que si lo censura o no el Congreso, la presión ciudadana, la indignación ciudadana es la que logrará los cambios que se necesitaban hacer. Eso tú lo sientes en la calles. Todos los que hemos visto el video no podemos entender que haya gente que diga que no pasó nada, no podemos entenderlo. No se puede escuchar el detalle de los audios, pero visiblemente hay una manera de expresarse que no es propia de una persona que tiene el poder que él tiene y menos que representa y debe cuidar los derechos de los trabajadores. -Ha pasado una cosa curiosa. El ministro gritaba: “No saben quién soy yo”. No sabían quién era (risas). No sé qué es peor. -¿Cree entonces que no va a ser necesaria la censura porque el presidente de la República lo va a sacar antes? Yo espero que él tenga, siendo un hombre formado y muy preocupado por su familia –que es lo que he notado y que lamento que se vea afectada por estos hechos–, la suficiente consciencia y responsabilidad social como para decir “me voy”, y eso es aceptar responsabilidad; responsabilidad que tiene, y que además no va a cambiar. Es decir, acá no es que se fugó la gente de un penal y entonces tú puedes decir “yo tengo responsabilidad política, pero en realidad hay temas de corrupción”. No, acá tú has hecho uso de un poder que tienes para servir a la gente en contra de los derechos de aquellas personas que se supone tienes que proteger, pero además las has humillado y te has puesto por encima de sus derechos como peruanos y como trabajadores, en una posición que es, finalmente, un accidente y que va a terminar en este caso más temprano que tarde. Entonces, yo no veo puerta ni salidas para él. Sí creo que ha quedado muy bien haciendo lo que ha hecho al ir a pedir perdón, pero eso tiene que venir acompañado de decir “yo ya no puedo seguir representando a los trabajadores porque los he ofendido”.