Investigación. Ahora esperan a fiscal Aranibar. Magistrada del caso BTR sostiene que dispositivos incautados no coinciden con los que se le entregaron. Redacción. En una larga y documentada exposición en la comisión legislativa que investiga la manipulación a los dos dispositivos USB de Giselle Giannotti, la juez María Martínez aseguró que este material no fue cambiado en sede judicial y dio a entender que se hizo mientras estuvo en poder de la Policía y del Ministerio Público. La jueza del caso Business Track utilizó actas oficiales, fotografías y documentos para señalar que los dispositivos USB incautados en enero del 2009 en casa de Giannotti difieren de las copias espejo entregadas a su despacho el 25 de noviembre de ese año. “El primer dispositivo USB tiene 475 archivos y su copia espejo 467: No coinciden. El otro USB 594 archivos a nivel de visualización de la Policía el 12 enero (del 2009) y su copia espejo, 596 archivos. Tampoco coinciden”, señaló. Agregó que tampoco coincidieron los números de serie y otras características físicas. Copias espejo “Nos llegó los dos USB con información predeterminada... En noviembre nos llegan las copias espejo y las muestras presentan fechas de última modificación 4 de mayo y 23 de abril. Cómo podríamos (cambiar) en sede judicial si la información proviene de copias espejo que nos llegan después”, dijo. La información reemplazada provino de archivos copiados de “otros instrumentos electrónicos incautados. Incluso hay archivos que solo están en las copias espejo. Es imposible que se halla copiado y colocado estos archivos en la sede judicial”, declaró. La titular del 34 Juzgado Penal de Lima refirió que su despacho recibió tres mil bienes el 24 de febrero del 2009, en cajas lacradas, tras la incautación policial. Sin embargo –precisó– los dos USB Boston Technology llegaron en un bolso negro sin lacrar. Todo este material, ya bajo custodia del Poder Judicial, fue lacrado y guardado primero en una oficina y desde el 3 de abril, en una bóveda de seguridad. “Existen pruebas desaparecidas” Martínez dijo que durante la última modificación de archivos de USB, el 4 de mayo, éstos estaban en una bóveda de alta seguridad, que según registro fílmico permaneció cerrada y vigilada. Por ello, supuso que los cambios fueron antes. Según el PJ las fechas pueden ser adulteradas a través del reloj de las computadoras. ”Quedó claro que los USB en poder de la jueza no son los mismos que los incautados, es decir no fueron manipulados, sino que no serían los originales. Esto es grave porque se está hablando de desaparición de pruebas. Sin embargo, la juez no verificó lo recibido, solo transcribió las actas fiscales”, dijo Yonhy Lescano, miembro del grupo. Dijo que el testimonio de la fiscal Vanessa Araníbar –aún pendiente– será importante y dará mayores luces.