"Los hechos ocurrieron conforme los he descrito": Ni bien llegó a Lima ex premier ratificó su versión sobre reunión con cardenal y nuncio. Textual La gente le pidió que no se fuera En medio de aplausos y gritos de "no te vayas", Beatriz Merino Lucero dejó el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, al que arribó a las cinco y media de la mañana procedente de Estados Unidos. Desde primeras horas de la mañana, más de una treintena de periodistas esperaban impacientes el vuelo de American Airlines procedente de Miami que traía a Merino Lucero, luego de diez día de ausencia. Tuvo que pasar hora y media después de su llegada a la capital para que en la Sala VIP del terminal aéreo se realice la ansiada conferencia de prensa que tendría como propósito responder a las acusaciones en su contra, así como al pedido de renuncia del presidente Alejandro Toledo. Aunque el futuro de Beatriz Merino es incierto, es sabido que a una profesional de su calidad no ha de faltarle ofertas laborales en nuestro país como en el extranjero. Además tiene la alternativa de retornar a sus actividades en la Universidad de Lima, donde enseña. Por YERKO DÍAZ.- Ante el manejo informativo que han merecido los acontecimientos y debido al alto respeto que debo a la ciudadanía y a mi ineludible compromiso con la verdad, me ratifico con firmeza en que los hechos sucedieron tal como los he descrito", dijo con gesto adusto la ex jefa de gabinete Beatriz Merino Lucero. En las mismas instalaciones del aeropuerto internacional Jorge Chávez, donde arribó después de un periplo académico por los Estados Unidos, Merino reiteró la versión de que un importante político de Perú Posible la calumnió, según le informó el cardenal Juan Luis Cipriani, y que luego recurrió al nuncio apostólico Rino Passigato para buscar consejo. Pero ambas autoridades eclesiásticas desmintieron haber sostenido entrevistas con Merino. Poco a poco el tono de la premier fue cambiando y tomando más energía y firmeza, sobre todo en el momento en que ratificó con firmeza que a mediados de octubre un dignatario de la Iglesia le informó que un alto dirigente político hizo imputaciones contra su persona cuestionando su integridad moral. Sin perder la compostura, Merino recordó que hace ocho semanas fue informada "por diversas fuentes" de que se venía preparando una serie de ataques gratuitos, destinados a mellar su reputación personal. "Respecto a estos hechos, lamento que conversaciones privadas, sostenidas con respetables periodistas, hayan vinculado públicamente al Nuncio de Su Santidad en tan enojoso asunto", expresó en tono poco conciliador. Habló con tono adusto y enérgico. Se limitó a leer una declaración pública y anunció que no respondería preguntas de la prensa. Después de resaltar que su desempeño como premier tuvo como metas la reforma del Estado y la reforma tributaria, enfiló contra quienes cuestionaron la veracidad sobre los ataques en su contra. Aunque se esperaba una respuesta contundente sobre la decisión del mandatario de pedir su renuncia el viernes pasado, sólo se limitó a agradecer al gobierno el haberle dado la oportunidad de servir al país primero como jefa de la Sunat y luego como presidenta del Consejo de Ministros. "Algo avanzamos. Quizá sea menos de lo que hubiera esperado, pero no tengo duda de que el camino emprendido, al margen de las circunstancias, no puede ser abandonado", afirmó. Apenas finalizó su declaración, una lluvia de periodistas pugnó por arrancarle algunas declaraciones más contundentes recibiendo a cambio total indiferencia y mutismo. Sólo la lluvia de aplausos y saludos espontáneos de parte de algunos viajeros que se encontraban en el terminal aéreo motivó que Merino deje de lado su gesto adusto y lo reemplace por una pequeña sonrisa. Reiteró a Toledo renuncia presentada el 1 de diciembre Beatriz Merino Lucero distribuyó a la prensa la carta de dimisión que originalmente entregó al mandatario Alejandro Toledo el primer día de diciembre, pero éste la convenció para que se quedara en el premierato. Luego saldría la información de la presunta inconducta de la ex premier, poco antes de partir a Estados Unidos. Al retornar, le devolvió la misiva al jefe del Estado. Lima, 15 de diciembre de 2003 Doctor Alejandro Toledo Manrique Presidente de la República Cumplo con remitir a usted la carta de renuncia que le presenté el pasado primero de diciembre y que me devolviera personalmente. Sin otro particular. Beatriz Merino Lucero Lima, 1 de diciembre del 2003 Señor Alejandro Toledo Manrique Presidente de la República Me dirijo a usted a fin de presentarle mi renuncia irrevocable al cargo de presidenta del Consejo de Ministros, para lo cual tuvo a bien designarme el 28 de junio pasado. Durante su gobierno, señor presidente, he tenido el privilegio de servir a mi país, en primer lugar, como Superintendente Nacional de Administración Tributaria durante dos años y, luego, como presidenta del Consejo de Ministros en los últimos cinco meses. Le agradezco la confianza que depositó en mí al designarme en ambos cargos, en los que siempre intenté responder a sus expectativas y a las del país con mis mayores esfuerzos. El país juzgará mi desempeño en ellos. Mi renuncia se debe a que he llegado a la conclusión de que no existen las condiciones políticas para poder llevar adelante, desde el Ejecutivo, la agenda de trabajo que el país necesita para acelerar su proceso de desarrollo con equidad. Con este acto, además, dejo a usted en plena libertad para nombrar al gabinete que considere más conveniente en las actuales circunstancias. Asimismo, señor presidente, por su intermedio, deseo expresar mi más profunda gratitud a la ciudadanía por sus expresiones de apoyo durante mi gestión, así como también a todas las fuerzas políticas que la respaldaron. Seguiré como ciudadana buscando contribuir al avance del Perú en mis actividades profesionales en el sector privado. Reiterando mi agradecimiento por la oportunidad que me brindó de servir al país, quedo de usted. Atentamente, Beatriz Merino Lucero