....... E l gobierno de Alberto Fujimori fue eliminando progresivamente los derechos laborales ganados durante varias décadas de lucha y negociación por parte de los trabajadores. La legislación laboral colocó a los trabajadores en una condición de extrema inferioridad ante el despido y los abusos en las relaciones laborales. Así lo consigna el Informe Anual " Perú diez años de pobreza y autoritarismo ", del Centro de Asesoría Laboral del Perú (Cedal) y la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh). En una primera etapa prohibió la indexación salarial (excepto a los oficiales superiores y generales de las fuerzas armadas y Policía Nacional del Perú a los que se les siguió haciendo pagos en especie), y se eliminaron los aumentos remunerativos por decreto para el sector sin negociación colectiva. En la segunda, se emitió el Decreto Legislativo 728, que suprimió la estabilidad laboral para los nuevos trabajadores, estableció nueve modalidades de contratación y que la compensación por tiempo de servicios fuera depositada en el sistema financiero. Seguidamente, durante 1992, se atacó la negociación colectiva y el derecho de sindicalización. Pero siguió más: se aprobó la Ley 26513, que eliminó la estabilidad para todos los trabajadores. Años después, 1997, se dictó la Ley de Fomento al Empleo. El mismo informe precisa que la política de flexibilización en la contratación y el despido tuvo como objetivos promover el empleo eliminando regulaciones discriminatorias, uniformizar y consolidar la legislación laboral, cerrar la brecha entre oferta y demanda de mano de obra y facilitar el trabajo. Sin embargo, tuvo un efecto contrario. Mientras en 1991 en Lima metropolitana se registraba el 61% de trabajadores estables, con el DL 728 ese porcentaje disminuyó al 50% en 1992, y 25% en 1996, cifra que se mantuvo hasta 1999. Además, en 1996, 30 mil personas mayores de 55 años perdieron el empleo. En 1999, respecto a octubre de 1997, el índice de empleo disminuyó en 7,4%, según cifras del Ministerio de Trabajo. La informalidad se fue imponiendo: más del 80% de los puestos creados entre 1990 y 1996 pertenecen al sector informal de la economía, de acuerdo a la OIT. El subempleo es otra característica. Hasta 1990 llegaba al 70%, considerando en esa clasificación a quienes ganaban US$ 420, pero el gobierno de Fujimori disminuyó esa base a US$ 215, reduciendo artificialmente el subempleo de 74,3% al 46,5%, mientras los adecuadamente empleados aumentaron del 16,8% al 46,4%. Sueldos y salarios La pérdida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores es otra de las características del régimen fujimorista. A comienzos de 1993 la Remuneración Mínima Vital ñla que ganaba la mayoría de los peruanosñ estaba congelada en 72 nuevos (equivalentes a US$ 35), lo que significaba la mitad de lo que percibía a comienzos del gobierno de Fujimori. En 1992 los salarios alcanzaron los US$ 250 mensuales. Tampoco se respeta la jornada de 8 horas diarias de trabajo y 48 horas semanales. El gobierno de Fujimori dictó el Decreto Legislativo 854, mantuvo la jornada de 8 horas diarias pero al mismo tiempo se facultó a los empleadores para que pudieran modificar unilateralmente los horarios, e incluso la duración de la jornada diaria, extendiéndola o reduciéndola a su criterio.