Ley del Congreso podría permitir que terrorista Osmán Morote sea excarcelado
Morote fue condenado a cadena perpetua por su participación en el atentado de Tarata en 1992, hecho que causó la muerte de 25 personas y dejó más de 150 heridos.
- Tía María: agricultores anuncian paro el 16 y 17 de diciembre en el Valle de Tambo, mientras Southern continúa construcción del proyecto
- Contraloría concluye que Sunedu cometió irregularidades al no reconocer al rector interino de la UNI

El Poder Judicial evalúa una solicitud de excarcelación presentada por la defensa de Osmán Morote Barrionuevo, exdirigente de Sendero Luminoso condenado a cadena perpetua por su participación en el atentado de Tarata, ocurrido en 1992. La audiencia se llevó a cabo de manera reservada ante la Primera Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria, y tiene como base un recurso de hábeas corpus sustentado en la Ley 32181, norma impulsada por el Congreso que otorga beneficios penitenciarios a internos mayores de 80 años.
La defensa de Morote sostiene que su patrocinado, quien cumplió 80 años en abril, padece Alzheimer y no se encuentra en condiciones de permanecer en prisión. Bajo ese argumento, piden su liberación por razones humanitarias, apelando a la reciente legislación que permite a reos de avanzada edad, sin riesgo procesal, obtener su excarcelación si presentan una situación médica grave.
TE RECOMENDAMOS
DELIA ESPINOZA CONTRAATACA Y ELECCIONES CRÍTICAS | SIN GUION CON ROSA MARÍA PALACIOS

Atentado en la calle Tarata (Miraflores) en 1992. Foto: difusión
Sin embargo, el Ministerio Público y la Procuraduría Antiterrorismo se han opuesto al pedido. Aunque reconocen la edad del interno, cuestionan que la documentación médica ofrecida date del año 2018 y no acredite un diagnóstico actualizado sobre una enfermedad terminal o condiciones de salud que no puedan ser tratadas en el penal. Además, resaltan que Morote recibe atención médica continua en el establecimiento penitenciario de Ancón 1.
La Fiscalía también ha remarcado la gravedad de los delitos por los que fue condenado, señalando que los actos terroristas como el atentado de Tarata vulneraron de forma extrema el derecho a la vida y causaron dolor irreversible a la ciudadanía. Por ello, consideran que no corresponde otorgarle beneficios penitenciarios a una persona involucrada en crímenes de tal magnitud, salvo justificación excepcional, objetiva y proporcional.
Ahora, el Poder Judicial cuenta con un plazo de 15 días para resolver el hábeas corpus. La decisión será clave no solo por el caso de Morote, sino también por el precedente que podría sentar respecto a otros condenados por terrorismo que se encuentren en situación similar y pretendan acogerse a la Ley 32181.
¿Por qué se condenó a Osmán Morote?
Morote fue capturado en 1988 en Ayacucho y posteriormente condenado a cadena perpetua por su participación en diversos atentados terroristas. Uno de los casos más emblemáticos por los que fue sentenciado es el atentado de la calle Tarata, perpetrado el 16 de julio de 1992 en Miraflores, Lima. Este ataque con coche bomba dejó 25 muertos y más de 150 heridos, además de una gran destrucción material. Aunque Morote ya se encontraba preso al momento del atentado, las investigaciones determinaron que, como parte de la cúpula senderista, tuvo responsabilidad en la planificación y aprobación de dicho acto.
Además del caso Tarata, se le atribuyen otros crímenes cometidos durante el periodo más violento de Sendero Luminoso, incluyendo asesinatos, secuestros y ataques armados a instituciones del Estado. En distintos procesos judiciales, se le halló culpable de terrorismo agravado, conspiración y asociación ilícita para delinquir.
Durante su tiempo en prisión, Morote ha intentado en varias ocasiones obtener beneficios penitenciarios, incluyendo arresto domiciliario y reducción de condena, alegando problemas de salud. Sin embargo, debido a la gravedad de los delitos y su posición jerárquica dentro de la organización terrorista, la justicia peruana ha rechazado sistemáticamente estos pedidos, considerándolo un caso emblemático de terrorismo.
























