Cipriani sigue en Roma y participa de actividades previas al Cónclave con ropa de cardenal cuando lo tiene prohibido
Juan Luis Cipriani Thorne fue sancionado de usar ropa de cardenal por el Papa Francisco tras la revelación de haber abusado sexualmente a una joven.
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A pocos días de que comience el cónclave programado para el 7 de mayo, el cardenal peruano Luis Cipriani Thorne, de 81 años y sancionado por el Vaticano por abusos sexuales en el pasado, desafió una orden directa del papa Francisco al aparecer vestido con atuendo cardenalicio en la basílica de Santa María la Mayor, frente a la tumba del papa fallecido.
Esta acción desafía la prohibición explícita de portar símbolos cardinalicios impuesta por la Santa Sede, generando incomodidad en el Vaticano en un momento de luto y reflexión.
Cipriani es sancionado por el Papa Francisco
Cipriani, quien reside actualmente en Madrid, fue sancionado en 2019 por el propio Francisco tras una denuncia de abuso sexual presentada por una presunta víctima que lo acusó de haberlo agredido cuando era menor de edad en 1983. La investigación iniciada en 2018 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, concluyó con restricciones a su ministerio, residencia y uso de insignias.
Aunque ha negado las acusaciones, su reciente aparición pública contraviene las medidas disciplinarias aún vigentes. Este incidente se suma a las tensiones que rodean al cónclave, marcado también por el caso del cardenal Angelo Becciu, cuestionado por su participación en el proceso de elección del nuevo papa, a pesar de haber sido condenado en diciembre de 2023 a cinco años y medio de prisión por malversación de fondos, fraude.
Santa Sede critica accionar de Juan Luis Cipriani
La aparición de Cipriani revestido de cardenal, junto a otros dos prelados también sancionados —Angelo Becciu y Mauro Piacenza—, fue calificada de "inaceptable" por fuentes cercanas al actual gobierno eclesial.
El acto tuvo lugar en la cripta de la basílica vaticana, donde descansan los restos de Jorge Mario Bergoglio. Según reveló el medio italiano 'Il Fatto Quotidiano', Cipriani ignoró una disposición escrita del Papa Francisco, quien había solicitado expresamente que solo cardenales activos y en comunión plena con la Curia pudieran participar en ceremonias litúrgicas sobre su tumba.
Esta ofensa no pasó desapercibida en Roma, donde se considera que el gesto de Cipriani no fue solo una desobediencia personal, sino un desafío a la línea de reformas que Francisco impulsó durante su pontificado, incluyendo su firme postura frente a los abusos y la cultura clerical del encubrimiento.
Según 'La Nación', Francesco Zanardi, presidente de la asociación italiana 'Rete L’Abuso', denunció públicamente la presencia de Cipriani durante el preconclave, recordando que el cardenal peruano fue uno de los jerarcas más criticados por su gestión frente a las denuncias de abuso sexual en el caso Sodalicio de Vida Cristiana. Zanardi cuestionó duramente que “cardenales con antecedentes de encubrimiento o sanciones sigan teniendo protagonismo en momentos tan sensibles para la Iglesia”.