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Política

Marianella Ledesma: “Pedro Castillo está ahí porque sencillamente la clase política desea mantenerlo ahí”

Entrevista a la expresidenta del Tribunal Constitucional, quien afirma que el presidente de la República es una persona que no está a la altura de ser un excelente líder de los recursos confiados para su administración.

Nueva etapa. Ledesma dice que dejará la vida de funcionaria y se dedicará a la docencia. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Nueva etapa. Ledesma dice que dejará la vida de funcionaria y se dedicará a la docencia. Foto: Antonio Melgarejo/La República

La ahora exmagistrada del Tribunal Constitucional Marianella Ledesma se pronunció a favor de nuevas elecciones generales, pero con una reforma política. Dijo que si el presidente Pedro Castillo se mantiene en el cargo es porque la clase política, representada en el Congreso, desea que se quede.

Ha dicho que la juramentación del nuevo TC -de cinco de los seis nuevos miembros elegidos- es nula porque se hizo sin la presencia del pleno saliente. ¿Qué sería lo correcto? ¿Repetir la ceremonia?

Es algo irregular y nada elegante que el presidente Ferrero tomó como opción. Debió darse todo con transparencia. No sé por qué tenía que haberse llegado a estos niveles de secretismo, factor sorpresa. Genera un sinsabor, un malestar.

¿Teme un giro más conservador en el TC?

Lo ideal hubiera sido que una institución tan representativa como el TC hubiera tenido una composición más diversa, con pluralidad de voces, como se había dado a la fecha. Pero ese ha sido el resultado de la elección y así se asumirá.

¿El nuevo pleno es más conservador?

No conozco al detalle el perfil de los magistrados. Lo que sé es por las informaciones periodísticas y, en atención a ello, digo que hubiese sido interesante más pluralidad.

No conoce el perfil de los magistrados, pero habrá seguido de cerca el proceso de elección. ¿Le pareció transparente?

La transparencia ayuda a un mejor control ciudadano sobre todo cuando se va a ejercer un cargo público. Y ayuda a corregir errores. En la medida que hubiese sido más transparente de repente se hubiera construido una mayor legitimidad, pero al final son atribuciones del Congreso y en ese tema no tengo mayor cuestionamiento.

¿Fue transparente o no?

Hay observaciones de la Contraloría, y otras que en lugar de encumbrar el proceso ponen dudas en la forma como fueron las designaciones.

Un sector que podríamos definir como muy conservador señala que el TC estaba plagado de caviares, usted incluida. ¿Qué responde frente a eso?

Lo que pasa es que en un país hay diferentes miradas, visiones progresistas, de cambio, conservadoras. Eso no es malo. Lo malo es pensar que solo tenga que existir un pensamiento totalitario-conservador y que quien no está en su lógica es excluido. Eso es perverso. Más bien lo ideal es que existan diferentes voces y pensamientos y que estén representados. Esa es la lógica de una democracia representativa. Más bien las lógicas totalitarias buscan un pensamiento único y quien no está en él es el enemigo. Esas sociedades son las más nefastas y perjudiciales para el desarrollo de las personas.

¿Qué le deja su paso por el TC?

Me deja satisfecha haber sido el lunar en todo ese pensamiento conservador que ha manejado el TC. Aún habiendo sido una minoría o voz solitaria, he dejado sentadas ideas que las futuras generaciones sabrán aquilatar. Me voy con las manos limpias como magistrada, empoderando los derechos de las minorías, de las mujeres, de las comunidades campesinas en los temas de la consulta previa, exigiendo el pago de los impuestos a todos por igual. Hay muchas cosas que al menos en mis votos singulares señalé. No habrán sido exitosos, no habrán tenido el número…

De adhesiones suficientes.

Al menos se deja la idea. Y como presidenta, dejé las bases para un TC digital y moderno.

En temas de igualdad de género, el TC sigue en déficit. ¿Le supuso algún problema ser la única mujer en un pleno básicamente masculino?

No, nada me amilanó, al contrario, ser mujer me empoderó más. Y más allá de un mundo masculino, diría un mundo conservador. Porque podrían haber sido hombres, pero con una mirada más renovada y moderna del mundo actual. Es más, puede haber mujeres con una lógica conservadora. En mi mirada el mundo cambia constantemente y hay que dar respuestas a esas necesidades.

¿Cómo ve al país?

Veo un país en debacle políticamente, con populismos de derecha y de izquierda para vender humo, en el que se dejan de atender temas fundamentales como educación, salud, reactivación económica. Se utilizan grandes distractores para no enfocar hacia donde debería mirar un buen gobierno. Y veo un país bastante polarizado.

¿Y qué piensa del presidente Castillo?

Es una persona que no está a la altura de ser un excelente líder de los recursos confiados para su administración. Solo veo meros discursos y falacias, pretendiendo que con las palabras vendrán los cambios y se suplirán las necesidades. La verdad, es un gran desencanto y espero que pronto se pueda superar por los mecanismos constitucionales. Algo que tampoco depende del mismo Castillo. Hay que mirar en toda su dimensión a la clase política. Castillo está ahí porque sencillamente la clase política desea mantenerlo ahí. Y eso genera sinsabor, una democracia representativa en la que los ciudadanos no se sienten representados por esta clase política.

Cuando dice que la clase política desea mantener a Castillo, se refiere al Congreso.

Por supuesto que sí. Existen caminos constitucionales, lo que no existen son ni votos no voluntad política. El status quo se quiere mantener así.

¿Apostaría por nuevas elecciones generales?

Definitivamente que sí. Que se renueve, pero con reformas políticas previas, no sobre lo mismo. ¿Qué reformas? Bicameralidad, con los mismos 130 congresistas; con reelección de autoridades de votación popular; con renovación del Congreso por mitades.

¿Qué piensa del Congreso, de Maricarmen Alva?

He visto con mucho malestar una actitud inconstitucional de parte de la presidenta del Congreso al no permitir que ingresen los periodistas. Hay que preservar el ejercicio de la libertad de prensa para que se haga el control social en el Congreso. Veo con estupor que se les prohíba ingresar a los medios.

¿Qué va a hacer ahora?

Por primera vez voy a dejar de ejercer la función pública y me dedicaré a la docencia. Enseño en San Marcos, Católica y otras universidades.

¿Le interesa la política?

Nunca he estado en la carrera política. He servido a mi patria desde el Estado. Tengo ideas políticas, evidentemente.

Me refiero a si le interesa la carrera política.

No lo descarto, pero no es algo que me apasione o interese en estos momentos.