Agresión a Avelino Guillén no debe quedar en la impunidad
Preocupante. Ex fiscal supremo fue atacado al salir de un supermercado en San Borja. Activistas de ultraderecha mostraron su apoyo al fujimorismo mientras acosaban al jurista. Avelino Guillén ya puso denuncia. Ministro Carrasco afirma que se investigará lo sucedido.
Con insultos y gritos, falsas acusaciones y acosándolo hasta donde se encontraba su auto, simpatizantes fujimoristas atacaron al ex fiscal supremo Avelino Guillén en un supermercado de la calle Remington, en San Borja, lo que de inmediato despertó la indignación de muchos ciudadanos y también la solidaridad para el destacado hombre de leyes.
Guillén, quien investigó la red de corrupción liderada por Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, aparece en un video difundido en las redes sociales con unas bolsas. Sus agresores, llamándolo “terruco” y “senderista”, lo persiguen varios metros lanzándole groserías y amenazas. Uno de ellos llega a estar muy cerca de él.
El ex fiscal supremo en ningún momento pierde la compostura. Pese a notarse que es un acto premeditado y que buscaban provocarlo, Guillén les demostró estar por encima de sus pobrezas humanas.
Video. Guillén es seguido y agredido con insultos y gritos. Foto: difusión
“Tienen que reaccionar”
Al ser consultado por La República si esta vez debería de investigarse esta agresión de La Resistencia, Guillén indicó que no se puede “voltear la mirada”.
“Los órganos encargados de velar por todos los ciudadanos tienen que reaccionar. No es posible que la Policía y la Fiscalía volteen la mirada, porque esto va creciendo. No es posible que lancen amenazas y agresiones y queden en la absoluta impunidad. Todos los peruanos debemos estar unidos por la paz. Si se habla de rechazo al terrorismo, no podemos actuar como terroristas, de manera salvaje. Es un discurso contradictorio”.
Precisamente la acción, ocurrida el martes por la noche, fue celebrada por simpatizantes del fujimorismo, como el auto proclamado líder de este grupo de vándalos llamado La Resistencia, Juan José Muñico, llamado “Jota Maelo”.
En sus redes sociales difunde el video de la agresión a Guillén y se muestra feliz por el acto. “Que agradable despertar y encontrarse con este video. Empezó la campaña: Chapa tu caviar filoterroruco...”. Otro conocido personaje de la ultraderecha, Pedro José Cama, califica en sus redes a Guillén de “escoria filoterrorista”. Y una página llamada Libertario Perú lo llama “adorador de terroristas”.
Frente a este hecho, el abogado de IDL, Carlos Rivera, afirma que “la Fiscalía debe iniciar una investigación de carácter penal por delito de acoso. Esa lluvia de agravios de la peor categoría no es libertad de opinión, es acoso, sin duda”.
Rivera recuerda que no se investigó la violencia durante la segunda vuelta en los domicilios de funcionarios electorales y periodistas. “Las autoridades no hicieron nada, simplemente registraron los hechos. Nunca abrieron una investigación, menos identificaron a alguien, a pesar de que había una secuencia reiterada de actos durante varios días y era posible identificar al mismo grupo de personas. Es inaceptable porque se renuncia a las funciones constitucionales que tienen tanto el Ministerio Público como la Policía”.
Puso la denuncia
Precisamente para que no haya impunidad, ayer el exfiscal Avelino Guillén sentó la denuncia contra tres personas en la comisaría de San Borja. En el documento se señala que pudo identificar que esas personas se retiraron en un vehículo marca BMW, de placa BSJ-318. La unidad le pertenece a una empresa llamada Infinite Communications, que brinda servicios de tecnología digital. En su página web indican que uno de sus clientes es la misma Policía.
Algo más, en una grabación, el supuesto agresor de Guillén revela sus intenciones de agredirlo físicamente y se muestra “feliz” por su cobarde accionar.
Lo peligroso de estos ataques es que los agresores creen tener impunidad. El mismo “Jota Maelo” anunció en Epicentro TV que analizan armarse. “Acá va a haber una guerra civil o van a aparecer los comunistas, los ronderos, se van a armar, no podemos estar ajenos a eso”, dijo. Consultado si se le puede investigar por esta afirmación a “Jota Maelo”, el jefe de la Dircote, Óscar Arriola, dijo en RPP que “en el Perú solo se puede procesar o investigar por delitos de terrorismo a Sendero Luminoso y al MRTA”.
Carrasco se pronuncia
El ministro del Interior, Juan Carrasco, también se pronunció. “Rechazo la violencia en contra del honorable ex fiscal supremo y catedrático, hombre honesto que persiguió al delito y encontró la verdad traducida en contundentes sentencias. Democracia es respeto, única forma de progresar como país alejados de odios”, tuiteó.
Carrasco enfatizó que “todos los actos de violencia que pongan en peligro la integridad de los ciudadanos y que alteren el orden serán investigados y denunciados”.
La Resistencia tiene dos investigaciones de oficio, una en el Cuarto Despacho de la Fiscalía Especializada en Prevención del Delito y otra en la Quinta Fiscalía Penal Corporativa del Cercado de Lima.
También se sabe que en la Segunda Fiscalía Penal de San Isidro hay una denuncia de IDL contra La Resistencia.
Los violentos actos de este grupo de desadaptados de la política no deben continuar.
También amenazan a periodista
El grupo La Resistencia ha ordenado averiguar la dirección del periodista Jaime Chincha, de RPP, para darle “un susto”.
“Sí, han aparecido mensajes de odio para que vayan detrás de mí, para darme una pateadura, por informar sobre el grupo La Resistencia”.
“Nuestra preocupación es qué puede hacer inteligencia policial cuando su cabecilla impunemente sale a decir que se arman. Además, en los archivos, el actuar de este grupo tiene acciones violentas. Uno tiene todo el derecho de preocuparse por la sociedad y la paz social. Pero el general Arriola dice que es cualquier cosa menos un potencial acto de terror”.
“No podemos permitir que esa violencia se normalice. Si nos va a costar amenazas, pues la sociedad está notificada y las autoridades también”.
El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) condenó los mensajes de violencia contra el periodista.