Arlette Contreras sobre la pena de muerte: “No resuelve el problema de fondo”
La electa parlamentaria expresó que la propuesta de aplicar la pena de muerte sale “como un salvavidas para distraer la atención del problema real”.
La virtual congresista de Frente Amplio Arlette Contreras sostuvo este martes que una eventual aplicación de la pena de muerte como medida de disuasión para quienes incurran en delitos contra las mujeres no resolverá el “problema real” que atraviesa la sociedad.
“Aplicar la pena de muerte para casos de violación es una medida que conecta mucho con el sentir de la población, personalmente considero que no resuelve el problema de fondo por el cual atravesamos en nuestro país. Distrae la verdadera atención que se requiere para luchar contra la violencia hacia las mujeres, niños y niñas", declaró para La República.
Asimismo, Contreras consideró que expresar una propuesta como esa es populista y que usualmente se usa “cada vez que se agravan más nuestros problemas internos”.
“Es como un salvavidas para distraer la atención a un problema real”, continuó.
Tras ello, la electa congresista manifestó que, además de los procesos legislativos que tendría que atravesar una propuesta de esa magnitud, se encontraría con una comunidad internacional que promueve la abolición de la pena de muerte.
“Incluso la Corte Penal Internacional ya no aplica esta sanción por los crímenes más graves como el genocidio o los crímenes de lesa humanidad. Muchos pueden creer que la instauración de la pena de muerte es una medida muy disuasiva y necesaria, pero considero que no resuelve el problema de fondo en nuestro país, inclusive es inviable jurídicamente al tener el Perú compromisos internacionales que debe cumplir como es el Pacto de San José”, agregó.
Sin embargo, la integrante de Frente Amplio agregó que, para frenar la violencia en contra de las mujeres, es necesario trabajar en mejorar la educación con enfoque de género, la salud mental, activar los protocolos de atención y prevención, especializar a las entidades del Estado y operadores de justicia.
“Una administración de justicia desde la perspectiva de la víctima y no del agresor", concluyó.