Los perdedores

La jornada electoral del 26E demostró que el poderoso Grupo Acuña tiene más olfato político (y financiero) que el Grupo Romero. César Acuña supo invertir en su propio grupo político mientras que su hermano Virgilio invirtió en la reparación civil de Antauro Humala y, de paso, se compró la UPP. Juntos pueden alcanzar hasta 35 curules.

Otro gran perdedor es la DBA. Perdieron apostando por Solidaridad Nacional, por la “gente decente” de Contigo, PPC y por el Apra. Sin embargo, no los daría por muertos. Están en plan zombi pero para el 2021 pueden resucitar entre los muertos.

Perdedores también son los periodistas de conversación, politólogos y las encuestadoras. Deberían darse una vuelta por el Perú profundo. No muerde.

En esta lista de “looser” también figuran los cristianos protestantes madeinusa y los fundamentalistas católicos. Su bendición a la corrupción hizo que muchos creyentes apunten su voto a los israelitas madeinperu.

Pero los ganadores tendrán que hilar fino.

Sólo estarán poco más de un año en el Congreso, tiempo suficiente como para demostrar sus dotes incendiarias (que espantarán a los electores del 2021) o para aprender las reglas parlamentarias. La experiencia interpretando la biblia no servirá de mucho para entender la hermenéutica parlamentaria. Pero algo aprenderán y, junto con los antauristas, la experiencia parlamentaria servirá para integrarse a las reglas democráticas.

Un año es poco para la tarea legislativa pero el Congreso demostró que también sirve para el desprestigio político.