Política

Keiko Fujimori, más preocupada por sus líos judiciales, guardaría perfil bajo

Recuperó su libertad en noviembre. Presidenta de FP no participará en campaña para elección de enero. En lo familiar, por ahora Kenji opta por mantenerse lejos de ella.

La excarcelación de Keiko Fujimori disparó varias preguntas, entre ellas cómo reenfocaría su propia vida política y la de su partido, Fuerza Popular.

El primer compromiso de FP son las elecciones legislativas extraordinarias del 26 de enero.

Diversas fuentes bien enteradas de la actualidad fujimorista coincidieron en que la recientemente excarcelada presidenta de ese partido no pretende asumir un rol protagónico en la competencia electoral. Primero, porque desea darle prioridad a su vida familiar. Segundo, porque no desea poner en peligro su libertad recién adquirida.

Además, de acuerdo con los sondeos, FP tendrá representación. No es necesaria la presencia de Keiko para asegurar que haya curules naranjas en el Congreso que estará en funciones hasta julio de 2021.

Más bien, si su estatus de mujer libre se mantiene (el jueves 26 es la audiencia de un nuevo pedido de prisión preventiva), su mirada estaría puesta en el 2021.

La liberación de Keiko coincide con la ausencia en FP de personajes que marcaron la vida de esa agrupación en estos años. Rosa Bartra va con Solidaridad Nacional y Carlos Tubino renunció. Ambos quisieron postular con FP luego de la disolución constitucional decretada el 30 de setiembre.

Tampoco se incluyó a Héctor Becerril ni a Karina Beteta. Luis Galarreta, actual secretario general de FP, cercano a Keiko, lideró la selección.

FP apuesta por un retorno al fujimorismo “clásico”, con Martha Chávez como cabeza en Lima. Ella fue excluida de la lista parlamentaria del 2016, junto con otros históricos como Luisa María Cuculiza y Alejandro Aguinaga. Los dos últimos ya están retirados de la política activa. “Está golpeada”, dijo sobre Keiko una persona que pudo conversar con ella recientemente.

En realidad, más que por temas partidarios, Keiko anda más preocupada por sus apremios legales. Hasta la redacción de esta nota, no había participado en ninguna reunión de coordinación de FP.

Líos familiares

FP ganó 73 escaños en las elecciones del 2016. La mayoría absoluta. Una concesión matemática de la cifra repartidora. De ese total, solo once militaban en el partido. En un Congreso como el peruano, bastante frágil en lo que respecta a sus lealtades políticas, con divisiones y bancadas artificiales que se forman en el camino, en FP se sospechaba que, con el tiempo, varios decidirían seguir un camino aparte.

El golpe más fuerte (por lo simbólico) fue cuando Kenji y nueve disidentes dijeron adiós, en febrero de 2018. Keiko se ha acercado a su padre. Una vez libre lo visitó en el penal. Sobre Kenji, al día siguiente de su excarcelación, dijo: “Estoy segura de que con el tiempo podré conversar con él”. De esa declaración, ya transcurrieron 15 días.

Consultado a un fujimorista de la “vieja guardia” sobre la relación entre Keiko y Kenji, opinó que si la excandidata presidencial desea tener algún futuro político, necesita recomponer las relaciones con su familia.

En sectores fujimoristas se entiende que Kenji le podría sumar a la causa de Keiko. La duda es si Kenji estaría dispuesto a sellar la reconciliación con su hermana.

No parece que eso ocurra pronto. Solo para recordar, Kenji perdió su escaño luego de un proceso impulsado desde FP. Fue en respuesta a las negociaciones para frustrar un primer intento de vacancia contra Pedro Pablo Kuczynski.

Kenji no se ve con Keiko desde el 2018. “No tiene mucho interés, por el momento, de juntarse con ella”, señaló un colaborador del excongresista. Aunque esa actitud podría cambiar con los días, lo concreto, hoy, es que de parte del hijo menor de Alberto Fujimori no se perciben muchas ganas de acercarse a su hermana mayor.

Esta misma versión fue reafirmada por un exdirigente fujimorista, que conversó con Kenji recientemente. “Está muy dolido, no está listo aún. La cosa está bien rota”, indicó, de manera textual.

El domingo primero, cuando Keiko visitó a su padre en Barbadillo, pudo ser una ocasión para que los hermanos coincidan. No fue así. Como es lógico, Alberto Fujimori anda preocupado por las diferencias entre sus hijos. “Lo vi apenado”, aseguró uno de sus visitantes habituales.

Ese domingo, antes de enrumbar hacia Barbadillo, Keiko declaró a los periodistas que mantendrá a la política de lado y que su prioridad será recuperar su salud y su familia. Pasará Navidad con su esposo e hijas. El 26 tendrá que enfrentar de nuevo la posibilidad de volver a prisión preventiva.