Política

Expersonero fujimorista Luis Mejía tuvo vínculos con Cavassa

Revelaciones. Ex gerente general de la ONPE visitaba en su despacho al congresista fujimorista Ángel Neyra Olaychea, en cuya oficina también trabajaba Luis Mejía Lecca, uno de los principales testigos del fiscal José Domingo Pérez contra Fuerza Popular y Keiko Fujimori.

Ángel Páez | Unidad de investigación

El último 16 de agosto el fiscal José Domingo Pérez resolvió aplicar medidas para garantizar la integridad de Luis Mejía Lecca, quien ha comenzado a recibir presiones y amenazas veladas de otros procesados de Fuerza Popular para que se quede callado. “Luchito”, como lo conocen familiarmente en la cúpula del partido fujimorista, es hasta el momento el más destacado testigo en el caso de lavado de activos que alcanza a la crema y nata de la organización naranja: Keiko Fujimori, Ana Herz de Vega, Pier Figari Mendoza, Jaime Yoshiyama Tanaka, Augusto Bedoya Cámere y Vicente Silva Checa, entre otros. “Existe un riesgo objetivo a que el cointerno (Jaime) Yoshiyama Tanaka influya negativamente en la declaración de (Luis) Mejía Lecca”, señala el fiscal Pérez en la Disposición N° 115. Está claro que “Luchito” guarda muchos secretos.

Nacido en Lima el 9 de abril de 1969, Mejía comenzó como asesor del congresista fujimorista Ángel Neyra Olaychea en 2011, en un época en la que vivía en la avenida Prolongación General César Canevaro, en la modesta zona de San Francisco de la Cruz, muy cerca a Pamplona Alta, en San Juan de Miraflores. En ese momento, Fuerza Popular afrontaba problemas para cuadrar los gastos de la primera campaña presidencial de Keiko Fujimori. “Luchito”demostró sus habilidades para resolver el entuerto, por lo que se ganó la confianza de Pier Figari, quien logró que fuera designado asesor de la bancada del partido.

Ascendió con rapidez. En la segunda campaña de Keiko Fujimori fue nombrado personero legal y luego tesorero de Fuerza Popular, por lo que cuenta con muy buena información y documentación como pocos de los dos procesos electorales cuyos financiamientos son investigados por el fiscal José Domingo Pérez. Pero, además, por la importancia de los cargos pudo ingresar en el círculo íntimo de la excandidata presidencial, una posición en la que se mantuvo hasta que fue enviado a prisión, el 18 de noviembre de 2018.

Bajo fondo

De acuerdo con fuentes de Fuerza Popular, y otras relacionadas con la investigación del caso, quien ayudó a Luis Mejía a resolver los problemas del partido relacionados con la justificación del financiamiento de las campañas presidenciales, fue el ex gerente general de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) José Cavassa Roncalla. En el año 2000, Cavassa participó en el fraude electoral que permitió la re-reelección de Alberto Fujimori.

Según el Módulo de Visita Diaria del Congreso, desde 2012 Cavassa visitaba en su despacho al congresista fujimorista Ángel Neyra Olaychea hasta 2016, en el periodo en el que Luis Mejía laboraba en dicha oficina, según verificó La República.

Las fuentes indicaron que “Luchito”, como parte de su testimonio, incluiría cómo es que apeló a Cavassa para presentar las rendiciones de gastos de campaña de Keiko Fujimori con tanta eficiencia que después sería designado tesorero de Fuerza Popular. Probablemente lo que más preocupa a los procesados del partido fujimorista es en particular el conocimiento que Luis Mejía tiene sobre las fórmulas a las que apeló la organización naranja para “maquillar” sus cuentas en 2011 y 2016, en especial los aportes de Odebrecht.

Este diario buscó al congresista Ángel Neyra, pero no pudo ubicarlo.

José Cavassa ahora cumple prisión por pertenecer a la organización criminal ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’, con tentáculos probados en la Corte Suprema, Corte Superior de Lima y del Callao y el ex Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).

Fuerza Popular necesitaba gente en ONPE para que le pasara por alto los “maquillajes” a sus rendiciones de cuentas. Mejía era el de los contactos, como expersonero y extesorero.

Justamente, por el valor de las declaraciones de Luis Mejía y por las supuestas advertencias que había recibido de Jaime Yoshiyama en el penal Miguel Castro Castro, es que el fiscal Pérez, además de disponer medidas de seguridad para el extesorero, ordenó mantener bajo estricta reserva sus manifestaciones. “Se procederá a justificar la necesidad del secreto de (la declaración), haciendo hincapié en que la presente investigación versa por el delito de lavado de activos en organización criminal, por tanto, el peligro procesal (obstaculización) en el proceso penal amerita adoptar la medida del secreto”, señala el fiscal Pérez en la Disposición N° 115 del 16 de agosto último.

Fue por Mejía que el fiscal Pérez se enteró de que las exempleadas del partido fujimorista Giannina Delgado Rospigliosi y Rocío Pardo-Figueroa Álvarez retiraron documentos de la organización naranja para ponerlos a salvo de la investigación, y que las fujimoristas Shirley Montenegro Flores y Melissa Sánchez Bernaola participaron de la selección de los papeles en casa de Ana Herz de Vega que luego fueron incinerados en su parrilla. Ahí estuvo el mismo “Luchito”.

A estas acciones de obstrucción se refería el fiscal José Domingo Pérez para probar su hipótesis de organización criminal, algo que se ratificaría con el testimonio de Luis Mejía sobre la organización de encubrimiento de los falsos aportantes. Está acreditado por testigos que “Luchito”, junto con otros abogados, se desplazó hasta la región San Martín para que firmaran declaraciones en las que sostenían falsamente que sí habían donado dinero a la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2011. Fue un intento para echar a perder la investigación del fiscal Pérez, que se derrumbó cuando varios de los falsos aportantes denunciaron el caso ante la misma autoridad e identificaron a Luis Mejía Lecca.

Sin ninguna duda, las acciones de Luis “Luchito” Mejía Lecca, desde las rendiciones de cuentas “maquilladas” de Fuerza Popular en 2011 y 2016, así como el intento de comprar falsos testigos, sustraer documentos partidarios e incinerarlos para que no los conociera la fiscalía, no fueron consumadas por iniciativa propia. Mejía dependía directamente de la cúpula del partido, que lideró Keiko Fujimori. Es muy probable que Mejía se haya convertido en el testigo que esperaba el fiscal José Domingo Pérez para completar el caso contra Fuerza Popular y la excandidata presidencial por lavado de activos y crimen organizado. Ciertamente, “Luchito” sabe demasiado.

Sí hay infiltrados en la fiscalía del caso

- Luis Mejía Lecca es uno de los testigos que ha advertido al fiscal José Domingo Pérez que Fuerza Popular cuenta con infiltrados que comunican de sus acciones. Señaló, como ejemplo, que varios de los congresistas que asistieron al allanamiento del local de Paseo Colón fueron avisados de la medida tomada. Supuestamente, en poder de algunos existiría documentación que se logró sustraer de la acción de Pérez.

- El expersonero y extesorero del partido fujimorista ha entregado una lista de aproximadamente 16 personas vinculadas con Fuerza Popular que tuvieron participación en la administración y la contabilidad de la organización política. Todas ya fueron citadas por el fiscal Pérez.