Los emplumados músicos del Inti Raymi | FOTOS Y VÍDEO
Pasión en la Fiesta del Sol. 46 personas dieron vida a la evocación incaica con sus quenas, phuñas, wankaras, pututos, vasijas silbadoras, etc. Tuvieron poco tiempo para ensayar, pero prevaleció su experiencia y su alta calidad.
Se alegran y hasta lloran al ejecutar las hermosas canciones del Inti Raymi. Es una maravillosa manifestación de amor al Cusco. Aquí los testimonios de algunos de sus integrantes.
Shiqwarkenty Bajiyoperak, multiinstrumentista y la única mujer quenista en el Inti Raymi. Foto: Jazmín Lezama Rivas.
Shiqwarkenty Bajiyoperak, está desde los seis años, junto a Martika y Wachan, sus padres, con quienes forma parte del grupo Apu Pachatusan. “A los seis años tocaba chaqchas. En el coro canté dos años, a los 8 y 9. Hallé mi pasión en las melodías ancestrales y pasé a los vientos desde los 10 años. Es un gran honor formar parte del equipo musical y ser la única mujer que toca vientos”, dice la futura ingeniera de sistemas.
Julio César Quispe, quenista en el conjunto de músicos del Inti Raymi. Foto: Jazmín Lezama Rivas.
Julio César Quispe, es uno de los quenistas que por cuarto año formó parte de los músicos. Antes le escondía los instrumentos, hoy Doroteo, su amado padre, está orgulloso de verlo feliz tocando vientos, con un uncu y un chuku de plumas en la cabeza.
Joel Velásquez, director del Conjunto Musical del Inti Raymi. Foto: Jazmín Lezama Rivas.
Joel Velásquez, dirige la Asociacion Cultural Wiñaypaq Takin, y en el Inti Raymi fue su tercer año como director musical. Compuso tres temas que se interpretan el 24 de junio en ritmo de trote: “Willka pampa”, para la entrada del ejército Inka. “Atao Illapa”, para el desplazamiento del Qorikancha a la Plaza de Armas (Auqaypata). Y, “Saqsaywaman”, para la fiesta final, cuando los 750 protagonistas del Inti Raymi se retiran de la explanada Chukipampa.
Ammet Cutipa, subdirector del conjunto musical en el Inti Raymi. Foto: Jazmín Lezama Rivas.
Ammet Cutipa, de niño iba con sus padres al Inti Raymi y se colaba entre los músicos. “Estar como subdirector en la parte musical es emotivo. “El Inti Raymi es un reencuentro con amigos, tocar para mis seres queridos y darle un espacio de mi tiempo a esta evocación contemporánea es maravillosa, con la que se puede mostrar como pudo haber sido el Tawuantinsuyo”, sostiene.
