Política

Gobierno da licencia de construcción a proyecto Tía María

Sin licencia social. Minera Southern ya tiene licencia de construcción para iniciar el proyecto minero. El compromiso es iniciar los trabajos cuando haya consentimiento social.

Tía María
Tía María

Roberth Orihuela Q.

No hay vuelta atrás. Tía María obtuvo la licencia del Gobierno para construir su proyecto minero que explotará dos yacimientos de cobre en la árida costa de Arequipa, a tres kilómetros del valle agrícola de Tambo (Islay).

En la misma comunicación, la empresa de capitales mexicanos se compromete a no iniciar las obras sin antes coordinar con el Gobierno la creación de espacios de diálogo, en los que se resuelvan inquietudes y se den las garantías para la población. Un grueso sector de pobladores rechaza el proyecto por temor a una probable contaminación. Seis alcaldes de la provincia de Islay se pronunciaron en contra de la decisión gubernamental. Responsabilizan al Gobierno de la activación del conflicto.

Este permiso, el último que le faltaba a Southern para ejecutar Tía María, era cuestión de tiempo. A lo largo de los últimos cinco años, la empresa levantó todas las observaciones. Incluso, la más complicada, la superposición de otro derecho minero en la zona donde Southern prevé instalar su planta de lixiviación para tratar el mineral. La controversia se arregló con un acuerdo extrajudicial.

En los últimos meses, el titular del MEM, Francisco Mostajo, declaraba que en cualquier momento se daría luz verde al proyecto. El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, dijo que el proyecto era clave para la economía nacional. Si el permiso de construcción no se daba hasta el 4 de agosto, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Tía María quedaba sin vigencia. El EIA es un instrumento que advierte los impactos de la actividad minera y sus medidas de mitigación. Este fue aprobado en 2015 en medio de un clima violento.

Ahora solo queda esperar la reacción de los pobladores del valle de Tambo, compuesto por los distritos de Cocachacra, Deán Valdivia y Punta de Bombón. Cuando se lanzó la propuesta de la mesa de diálogo la semana antepasada, algunos dirigentes y autoridades ediles la rechazaron. Esperaban al presidente Martín Vizcarra y al premier Salvador del Solar, para que comprueben el rechazo a la actividad minera en Islay.

La promesa de Southern

Southern promete no iniciar las obras hasta no obtener la aceptación social. Es consciente de lo ocurrido en 2011 y 2015. En esos años, estallaron las protestas sociales contra el proyecto, que provocaron siete muertos (seis agricultores y un policía).

La compañía, con operaciones activas en Toquepala y Cuajone, garantiza que no usará agua dulce. Para sus operaciones, construirá una planta destinada a tratar el agua de mar y llevarla hacia la planta de lixiviación, ubicada a 11 kilómetros del valle. Además, indica que, para el traslado del material —mineral e insumos—, se construirá una línea férrea especial que irá desde la planta de lixiviación hasta el puerto de Matarani (ver infografía).

El comunicado de la empresa asegura que continuará con su programa Valle Unido, el cual despliega varias acciones para mejorar los servicios de salud y educación; así como los de agricultura, ganadería, pesca y turismo en la zona.

Desencuentros

Las relaciones de Southern con el valle de Tambo, históricamente, estuvieron marcadas por el desencuentro. En la década del sesenta del siglo pasado, la minera fue sindicada de contaminar los cultivos con los humos provenientes de la fundición de Ilo. Además, estuvieron las huelgas de 2011 y 2015, con saldos fatales. Durante ellas, algunos funcionarios de la empresa tuvieron intervenciones públicas lamentables. Por ejemplo, el entonces vocero oficial, Julio Morriberón, calificó la protesta de 2015 como terrorismo antiminero, llevado adelante por un grupo violento y minoritario, pero que aterrorizaba a gran parte de la población.

Carlos Aranda, otro funcionario de la minera, dejó entrever que la población tenía genes terroristas, debido a que en este lugar nació Abimael Guzmán, exlíder de Sendero Luminoso.

A eso se suma el abandono del Estado, el cual prometió mejorar las condiciones de vida del valle y no lo hizo. Así, continúa entrampada la construcción de la represa que aliviará la falta de agua para el agro. Tampoco se avanzó con mejorar las condiciones de saneamiento. La empresa invirtió S/ 3 millones en los perfiles para los hospitales de Cocachacra y Alto Inclán. Este último ya empezó a construirse. Por otro lado, la empresa paga los sueldos del 35% de trabajadores de salud de la provincia.Queda una tarea ardua, para que el Gobierno convenza a la población de las bondades de la mina en el valle.

Los dos tajos de cobre, La Tapada y Tía María

Cuando Southern halló Tía María, no estuvo convencida de explotar ese yacimiento, la ley del cobre era muy baja: 0.29%. Sin embargo, a cuatro kilómetros, localizó otro depósito de cobre: La Tapada. Esta sí justificaba la inversión de 1400 millones de dólares.

Ambos tajos de cobre se encuentran en el desierto de la costa arequipeña, La Tapada, a menos de 3 kilómetros de la zona agrícola del valle de Tambo (ver infografía).

Pampa Cachendo será el corazón de las operaciones. Southern montará ahí el campamento e infraestructura para convertir la roca verde en finas láminas de cobre. Esta pampa está a 11 kilómetros del valle. Ahí se construirá la pila de lixiviación, una cancha inmensa para separar el cobre del material inerte utilizando ácido sulfúrico. La base de la cancha será sellada por una capa de arcilla y sobreprotegida por membranas y películas de plástico y grava. En esa área, instalarán sensores que avisarán de un probable derrame, según la información oficial de la minera.

¿Qué harán con el ripio, el material sólido e inservible contaminado con ácido sulfúrico? Según Southern, se depositará en otra cancha también impermeabilizada con arcilla. El agua acidulada regresará a la cancha, no será arrojada al medio ambiente por una cuestión simple: ahí hay mineral.

Southern construirá una planta para desalinizar agua de mar. Esta se ubicará en la playa El Sombrero y desde ahí se trasladará el líquido hasta la operación minera.

INFO TIA MARIA

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