Augusto Álvarez Rodrich, Fernando Rospigliosi y Mirko Lauer analizan la polémica que ha desatado las declaraciones de monseñor Pedro Barreto sobre el rol de Fuerza Popular en el Congreso.,Augusto Álvarez Rodrich sostuvo que existe una separación entre Estado e Iglesia Católica. Asimismo, asegura que un cura puede emitir su opinión, pues es un ciudadano, sin embargo, se mostró en contra de las declaraciones. PUEDES VER Habla el Cardenal, o cuando la “voz de Dios” divide a la voz del pueblo “No le convendría caer en los errores que Cipriani cometió con la posición política”, manifestó el periodista y señaló que esta postura lo convertirá en un activista político. De igual modo, Fernando Rospigliosi se mostró en contra de las afirmaciones del monseñor Barreto, pues se está involucrando en la disputa partidaria situación que era criticada en Juan Luis Cipriani. “Me pareció impertinente porque estaba yendo en contra del fujimorismo, o sea si se critica a uno por defender al fujimorismo no vas a avalar al otro que lo critica”, precisó. Por otro lado, Álvarez Rodrich calificó a Juan Luis Cipirani como un ‘activista político’, el cual posee gran fuerza. Para Rospigliosi, últimamente el cardenal no se ha pronunciado como anteriormente lo ha hecho. “Eso fue cuando él sabía que no iba a repechaje, eso ocurrió por julio cuando él tuvo información de que el Vaticano había recibido algunas informaciones que daban cuenta de que Cipriani no era apto para seguir en el cargo, entonces el comienza a moderarse súbitamente”, explicó Álvarez Rodrich. Asimismo, el periodista aclaró que en la actualidad existe una postura diferente en la Iglesia Católica basado en sus nuevos representantes como el obispo de Lima, Carlos Castillo, monseñor Barreto y monseñor Cabrejos. No obstante, Mirko Lauer manifestó que existe un contrapeso de la derecha evangélica, la cual es conservadora y posee un gran interés en el ámbito educativo. ¿Por qué lo menciono? Porque la furia del monseñor Barreto está desencaminada en el sentido de que la Iglesia puede y debe opinar en asuntos de política, pero sus principales problemas podrían estar en otro lado (…) La Iglesia Evangélica está avanzando donde la Iglesia Católica no ha podido avanzar”, argumentó.